El lunes, Valdivia amaneció con cerca de 100 scooters eléctricos dispuestos en las calles, para así fomentar la movilidad sustentable en la ciudad. Sin embargo, cerca del 90% los usuarios los llevaron a sus casas.

Este sistema de trasporte público inteligente y sustentable –por estos días gratuito– funciona a través de una aplicación para teléfonos inteligentes, tal como es el caso de Mobike en la región Metropolitana.

La empresa a cargo, es la norteamericana Frog, que dispuso los 100 scooter eléctricos en distintos puntos de capital de Los Ríos.

Esta iniciativa, fue apreciada por valdivianos que se encontraron con estos, que alcanzan una velocidad máxima de 25 km por hora y pueden ser utilizados en todo el radio urbano.

De acuerdo a lo indicado, hasta el 17 de abril los equipos podrán ser utilizados de manera gratuita realizando la descarga de la aplicación y el correspondiente registro. Luego de este este periodo de prueba, el servicio pasará a tener una tarifa de inicio de 400 pesos y 100 pesos por minuto utilizado.

En conversación con Radio Bío Bío, el county manager de Frog, Gastón Fiegó, señaló que la empresa eligió a Valdivia para debutar con el servicio, luego de que la ciudad fuera nombrada como una de las mejores ciudades para vivir del país, además por el marcado interés desarrollo turístico en la zona.

¿Qué ocurrió al día siguiente?

Desde Frog dieron a conocer que tras la primera jornada de funcionamiento, durante la noche la empresa comenzó a recolectar los scooters, para cargarlos y tras esto, nuevamente dejarlos en las calles.

Sin embargo, se percataron que el 90% de los scooters se encontraban en propiedad privada, es decir que los usuarios los llevaron a sus casas.

Gastón Fiegó, en conversación con Radio Bío Bío, señaló que desde la empresa creen que se debe al desconocimiento de los usuarios, ya que tras su uso, los dispositivos al contar con GPS pueden ser dejados en cualquier punto del centro de Valdivia, puesto que la empresa es la encargada de su retiro y carga.

Es por esto que llamó a los habitantes de la ciudad para que los dejen nuevamente en las calles y así proceder a la recolección, para que así estén prontamente disponibles para su uso.