La familia Collío Valdés, junto a una treintena de organizaciones adherentes recurrió a la Relatoría de Ejecuciones Extrajudiciales, Sumarias o Arbitrarias de la Organización de las Naciones Unidas, para pedir una investigación en el caso.
Lo anterior, después que el cuerpo de la ambientalista Macarena Valdés, fuera encontrado colgando de un árbol el pasado 22 de agosto, en medio de un conflicto por la instalación de la Central Tranguil, de RP Global en la zona de Panguipulli.
Para su pareja y werkén César Collío, esto se trató de un asesinato y no de un suicidio, como lo ha considerado hasta ahora el Ministerio Público.
A su juicio, su mujer murió -dejando cuatro hijos- sólo por el hecho de ser mapuche y oponerse a la central hidroeléctrica.
De acuerdo al dirigente indígena, tras la realización de una exhumación del cuerpo, especialistas aseguraron que no se podía descartar la participación de terceros en su muerte, situación que -afirmó- no ha sido considerada por la Fiscalía de Panguipulli.
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Con este requerimiento a la ONU, -dijo- se busca la justicia que el Estado de Chile le ha negado.
Desde el Ministerio Público informaron la solicitud de una audiencia en el Juzgado de Garantía de Panguipulli para comunicar que no se perseverará en la investigación, pero que, tras la petición de la familia de realizar una nueva autopsia, se evalúa si acceder o no a dicha solicitud.