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El candelabro judío situado en la costanera de Puerto Montt amaneció pintado con machas de rojo y rosa, junto a la palabra "asesinos" escrita en verde y blanco en su mástil, lo cual causó conmoción en la región de Los Lagos. Este símbolo, que representa la iluminación universal y la presencia divina, fue vandalizado, generando indignación en la comunidad. El Serviu otorgó permisos para instalar el "Hanukkah" al Consejo de Pastores Evangélicos Amigos de Israel, culminando en acusaciones hacia el Senador Iván Moreira por parte del representante del consejo, Marco Melo. Moreira ofreció disculpas por ofender el símbolo religioso, mientras que el diputado Jaime Sáez condenó los actos vandálicos. La comunidad judía y el Consejo de Pastores lograron limpiar la estructura, pero el debate sigue abierto sobre su permanencia en la capital regional.
Con machas de pintura roja y rosada en gran parte de la estructura y con la palabra “asesinos” escrita con colores verde y blanco en el mástil, amaneció el candelabro judío ubicado en la costanera de Puerto Montt, región del Los Lagos.
Cabe recordar que este es un símbolo judío que representa la iluminación universal, la luz divina, la sabiduría y la presencia de Dios, que originalmente es utilizado en Jerusalén.
Su diseño, las siete lámparas o brazos aluden a los siete días de la creación, que además representa a todas las religiones.
Ante este hecho, el representante del mencionado Consejo, Marco Melo, señaló como responsable al Senador, Iván Moreira, quién se ha referido en reiteradas oportunidades a este símbolo religioso, instalado en el Parque Costanera.
Ante esta acusación, el Senador UDI, Iván Moreira, reiteró sus disculpas frente a la comunidad judía “por haber hecho declaraciones desafortunadas y haber ofendido un símbolo religioso”.
Por su parte, el diputado Jaime Sáez indicó que si bien, no está de acuerdo con la instalación de esta estructura, los hechos vandálicos son condenables.
Finalmente, el Consejo de Pastores Evangélicos Amigos de Israel junto a la comunidad judía limpió el candelabro con paños húmedos, logrando desaparecer toda la pintura y escritos, aunque la situación causó polémica en el mundo político y religioso, debido a que por medio de un recurso de protección están buscando que el símbolo se quede de forma permanente en la capital regional.
