Una planta elevadora de aguas servidas con exceso de residuos de Suralis en calle El Teniente de Puerto Montt era la causa de la contaminación del Estero Lobos.
Esto último, provocaba fuertes olores afectando a los vecinos del sector Valle El Cardonal.
Entre dolores de cabeza y gastritis, eran los síntomas que acusaban desde la comunidad, situación que se mantuvo por alrededor de 2 años, afectando su calidad de vida de manera irreparable, obligándolos a mantener las ventanas y puertas cerradas en pleno verano por la intensidad del olor.
Ante ello, los vecinos intentaron buscar incansablemente soluciones con la delegación municipal de Tepual y la Dirección de Obras Hidráulicas del Ministerio de Obras Públicas, desde donde les prometieron fiscalizaciones que jamás se realizaron, incluso desde la delegación les indicaron que se derivaría a la Seremi de Salud, pero nunca recibieron su visita.
Tras insistir y tocar múltiples puertas solicitando ayuda, finalmente la autoridad sanitaria llegó hasta el lugar tomando muestras de agua de gran parte de la extensión del Estero Lobos, logrando encontrar lo que provocaba el olor, se trataba de instalaciones de Suralis.
Al respecto, la jefa del departamento de acción sanitaria, Sofía Torres, indicó que el agua se encontraba con altos niveles de coliformes fecales, por lo que se abrió un sumario.
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Por su parte, el presidente de la Junta de Vecinos, Víctor Santana, indicó que la contaminación se presenta por alrededor de 2 años.
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Desde Suralis, el gerente de operaciones, Marcelo Cofré, aseguró que el alcantarillado se encontraba obstruido.
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Es importante mencionar que el Estero Lobos atraviesa gran parte del sector Alto de Puerto Montt, iniciando en el Estero Pichipelluco, pasando en las cercanías del Monumento Natural Lahuen Ñadi y conectando finalmente con el Río Negro.
Sin embargo, fue en calle El Teniente de la capital regional donde se detectó el problema que provocó por meses que los vecinos del sector Valle El Cardonal debieran soportar el hedor y las consecuencias que trajo consigo, como el abandono de arrendatarios y síntomas de salud perjudiciales.