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Venezolanos residentes en Osorno muestran su preocupación por la imposibilidad de regresar a su país debido al cierre de la embajada en Chile, lo que ha dejado a muchas familias sin acceso a documentos para viajar. Integrantes de la comunidad venezolana Andrés Bello, creada en 2017, expresan su incertidumbre y tristeza al ver la realidad de Venezuela, con el cierre de la embajada dejándolos a la deriva. José Santos, consejero Nacional por los migrantes, señala que el problema afecta tanto a indocumentados como a quienes buscan regularizar su situación, mientras Ana Mujica, presidenta de la agrupación local, destaca la angustia de la comunidad. A pesar de la situación, los venezolanos en la zona buscan seguir adelante mientras esperan resolver los efectos del cierre de la embajada en Chile.

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Venezolanos residentes en Osorno, región de Los Lagos, muestran su incertidumbre por la imposibilidad de regresar a su país a propósito del cierre de la embajada en Chile.

Afirman que hay familias que aguardaban desde hace mucho tiempo una cita para acceder a documentos que les permitan viajar.

En este sentido, se trata de integrantes de la comunidad venezolana Andrés Bello, creada el 2017 y que tiene por objetivo mantenerse unidos al estar fuera de su país del cual emigraron en busca de mejores expectativas, pero siempre con el objetivo claro de regresar.

Lo anterior, es un sueño que por estos días se diluye -dicen- a propósito del controversial proceso eleccionario reciente.

Más allá de las legitimas apreciaciones políticas sobre el tema, José Santos, consejero Nacional por los migrantes ante el Ministerio de las Culturas, sostiene que el cierre de su embajada les deja a la deriva.

Además, agregó que el problema no solo es para indocumentados o quienes buscan regularizar su situación migratoria, ya que volver a Venezuela con pasaporte chileno es traición a la patria sostiene.

A su vez, Ana Mujica, presidenta de la agrupación que reúne a Venezolanos en la provincia de Osorno, dice que la incertidumbre les oprime junto a la tristeza de ver la realidad que se vive en su país.

Más allá de lo sombrío del panorama, los venezolanos residentes en esta zona, buscan seguir con sus vidas con los ojos puestos en su nación y aguardando por destrabar en Chile los efectos que provoca el cierre de su embajada.