Las recientes lluvias dejaron al descubierto filtraciones o goteras en los andenes del recinto reabriendo el debate por la falta de mantención y una inversión mayor.

Serios problemas de estructura por lo antiguo del edificio presenta el Terminal de Buses Municipal de Castro, en la región de Los Lagos.

Las goteras desde la techumbre eran evidentes como consecuencia de las precipitaciones y dejaron al descubierto la precariedad que presenta un terminal con cerca de 50 años, colapsado y sin inversión para mejorarlo medianamente.

No es el orgullo de Castro por tratarse del punto débil que se contrasta con el crecimiento explosivo de la ciudad con hoteles, supermercados, un mall, el casino y su iglesia patrimonial que atrae a miles de turistas.

El concejal, Ignacio Alvarez, hizo una lectura respecto al deplorable estado del terminal de buses actualmente administrado por Deportes Castro.

Su par, Jorge Bórquez, en un tono mucho más crítico apuntó al concesionario del recinto rodoviario a cargo de mantener o reparar este edificio por donde transita gran parte de la población chilota.

Deportes Castro a través de su presidente, Mauricio Alvarez, salió a responder los cuestionamientos señalando de entrada que las filtraciones de agua se ubican en una zonas acotadas de la techumbre las que van a ser reparadas.

El dirigente deportivo fue más allá sentenciando que desde la Municipalidad se les ha ido renovando la concesión cada 30 días en espera de una licitación siendo un factor que impide planificar o pensar en un proyecto que mejore el servicio que reciben miles de usuarios.

El Terminal Municipal de Buses de Castro se conecta con calle San Martín y el pasaje Monjitas por donde circulan buses rurales e interurbanos que se comunican con todas las comunas de la provincia.

A ello se agregan familias que residen a escasos metros de los estacionamientos y que usan el mismo espacio del transporte público generando un verdadero conflicto.

Tema aparte es la conexión con todo el centro comercial, la cárcel, el Juzgado de Letras y un recinto naval que tienen al límite de su capacidad un terminal que requiere con urgencia, ya sea una inversión mayor o bien su traslado a otro punto de la ciudad.