Productores de leche acusan el impacto de una atípica condición climática que disminuirá las reservas de pasto para la próxima temporada otoño-invierno de 2024; escenario que se suma a complejidades con la industria en materia de precios.
Lluvias permanentes en periodos que históricamente muestran una baja como la primavera, además de granizadas y heladas tardías, disminuyen la disposición de pasto para el ensilaje.
Este proceso corresponde al almacenamiento dispuesto para mantener los niveles de alimentación en épocas de mermas en las praderas.
Así lo evaluaron desde la Federación de Productores de Leche, a través de su presidente Marcos Winkler, en torno a los efectos para el sector desde el aspecto climático, quien hizo énfasis en que “el clima ha tenido una tardanza en llegar la primavera”.
“Normalmente, aparece a fines de agosto-septiembre, (donde) ya empezamos a tener calor y crecimiento importante de pasto. La verdad es que no ha sido así, pero a su vez hemos tenido precipitaciones permanentes en el tiempo, entonces es complicado”, explicó.
“Por un lado, tenemos el crecimiento del pasto (que) no tenemos el esperado. También hemos tenido dificultades para sembrar nuestros granos, nuestro maíz. Ha sido compleja esta primavera”, detalló.
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Al respecto, el timonel de Fedeleche sumó también un escenario enrarecido respecto a la industria que aporta señales erráticas en materia de precios.
Hay “algunas empresas que han manifestado una disminución en el precio pagado al productor, y otras que (lo) han mantenido. Entonces, las señales no están claras“, sostuvo.
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Asimismo, desde la Federación de Productores de Leche añadieron que el buen momento que expone la industria quesera a raíz del alza en su consumo, no se refleja en materia de precios. Esto, pensando en el incremento del IPC, que compensaría en parte la relación de costo y producción.