Una seguidilla de destrozos y robos en distintos templos católicos se ha registrado estos últimos días en Chiloé.
Los hechos más recientes, y que han sido denunciados a Carabineros, se han localizado en cuatro capillas en los sectores rurales de Queilen.
Situación similar a lo que se registró en Huyar Alto y San Javier en Curaco de Vélez, mientras que el otro caso quedó al descubierto en la iglesia de Aucar en Quemchi.
Según explicó Leontina Quinán, una de las cooperadoras del templo, descubrió el robo en la mañana de esta jornada al abrir la puerta de la capilla en cuestión.
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A pesar de que los diversos robos y daños materiales han sido denunciados a Carabineros, aún no se tiene antecedentes respecto de los autores materiales de los actos delictuales.