Impacto generó la noticia de un hombre que confesó a sus hijas haber matado a su esposa hace 24 años en Osorno, en la región de Los Lagos. Tras las diligencias desarrolladas por la Brigada de Homicidios se encontraron osamentas y vestuario que pertenecerían a la víctima.
El hecho se remonta a 1998, cuando el hombre se desempeñaba como obrero agrícola en un predio particular en las cercanías de Osorno, mismo lugar donde fue enterrado el cuerpo de su pareja.
Rodrigo Quiroz, subprefecto jefe de la Brigada de Homicidios Osorno, detalló que el 5 de junio se acerca a las dependencias de la unidad una mujer, quien señaló que “su padre, un hombre de 65 años, le había confesado haber asesinado a su madre, en este caso la esposa del victimario en el año 1998”.
Ante eso se activó un amplio operativo en coordinación con el Ministerio Público, “logrando de esta forma a un predio rural, un recinto privado, donde se realiza una excavación realizada por detectives de esta brigada (BH) en la cual finalmente se da con el hallazgo de osamentas humanas”, añadió el subprefecto.
Tras la desaparición, el sujeto siempre aseguró que la mujer se había ido por su propia voluntad, pero sus hijas dudaron de esa versión.
Debido a que el hecho ocurrió cuando estaba vigente el antiguo sistema penal, los antecedentes “pasan al Juzgado del Crimen por cuanto la ejecución del crimen ocurrió en 1998”.
PDI entrega detalles de la confesión
Como un caso único, del cual no se tienen antecedentes, calificó el jefe de la Brigada de Homicidios de Osorno, el caso del hombre que confesó haber dado muerte a su esposa hace 24 años.
El relato se dio en su calidad de enfermo, donde declaró que los celos lo llevaron a cometer el hecho.
El subprefecto Rodrigo Quiroz, jefe de la unidad especializada de la Policía de Investigaciones de Osorno, dijo que tras la denuncia de una de las tres hijas del hombre de actuales 65 años, se iniciaron las diligencias que tuvieron un corelato muy detallado.
“Se tomó la confesión, una buena declaración, muy exhaustiva, en la cual cuenta todos los detalles. Incluso entrega el lugar donde eventualmente la habría enterrado”, precisó Quiroz.
A esto añadió que “junto a expertos del Laboratorio de Criminalística de Puerto Montt se concurrió al lugar. Se hizo una excavación y los detectives de esta brigada lograron determinar que a poco de excavar, se encontraron restos óseos los cuales presumiblemente podrían corresponder a esta mujer. Por ende, da realce y confirma la confesión del sujeto”.
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Al tratarse de un delito perpetrado hace 24 años, correspondería la prescripción del caso, entendiendo que la justicia da por plazo máximo para iniciar un proceso judicial 15 años de cometido un hecho delictual, antecedentes que están en poder del Juzgado del Crimen de Osorno, y donde la Fiscalía solo intervino en establecer los equipos participantes del procedimiento.
En el contexto del trabajo pericial, se considera la participación de una experta en osamentas en complemento de la tarea del Servicio Médico Legal que coteja muestras de ADN.
Los celos lo llevaron a cometer el crimen
El funcionario de la policía civil declaró que no existen registros de un caso que de cuenta de una confesión tardía, y señaló que el hombre reconoció una celopatía enfermiza que lo llevó a cometer un crimen que mantiene desgarrada a una familia.
“Básicamente celos. El crimen se cometió cuando ella tenía 31 años de edad, ella era dueña de casa”, detalló el subprefecto.
Así también indicó que “el sujeto se mantuvo durante todos estos años bajo la premisa de que su mujer había abandonado voluntariamente el hogar. Con esa versión se mantuvo durante todos estos años”.
“En este caso hay una confusión de sentimientos por parte de los hijos, porque estamos en presencia de que se dan cuenta de que su papá mató a su mamá. Y en segundo lugar porque su papá está en una delicada condición de salud, entonces nadie puede asegurar que quizás en el corto plazo él pueda fallecer”, precisó Quiroz.
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Finalmente, será el juez del crimen de Osorno el que resuelva el destino que tomará este caso, y la tarea esencial del Servicio Médico Legal en materia de peritajes.