La comunidad de Castro, en la isla de Chiloé, se reunió para ir en ayuda de las familias damnificadas por el incendio que dejó más de 120 viviendas siniestradas, en su mayoría en la población Camilo Henríquez.
A los residentes de la zonas afectadas por el avance de las llamas se sumaron vecinos de distintos puntos de la comuna, los que con guantes y palas apoyaron en las labores de remoción de escombros. Otros, en tanto, se acercaron para ofrecer bebestible y alimentos.
Personal del Cesfam Quillahue ha estado desde la tarde jueves en el lugar para atender a personas con patologías, morbilidades, problemas nerviosos, heridas y todo lo vinculado a la salud mental.
“Hay un ambiente de minga (trabajo comunitario), de solidaridad, de encuentro en base a esta desgracia que nos ha sucedido y que es lamentable”, afirmó el director del Cesfam, Hugo Rebolledo.
El profesional dijo que el lema es “un chilote ayuda al chilote”, destacando la solidaridad de los vecinos de la isla.
Tu navegador no soporta audio en HTML5
También indicó que hacen falta artículos básicos de aseo personal, como ropa interior, toallas higiénicas, cepillos de dientes, entre otros.
Una vecina indicó estar conmovida con el desastre que dejó el incendio, pero que en el lugar “se siente el corazón del chilote” y que en estas situaciones surge la “humildad, la verdadera intención de darle la mano al amigo que está caído para levantarse juntos y decirle ‘vamos que se puede’ porque aquí somos todos conocidos en la isla”.
Tu navegador no soporta audio en HTML5
La mujer confirmó que volvería con más pan y comida para las personas que están trabajando en la limpieza del sector.
El presidente del Club Deportivo de la población Camilo Henríquez pidió mayor presencia de maquinaria pesada y camiones para retirar los escombros de las viviendas siniestradas.
También agradeció el compromiso de los voluntarios que llegaron a la población. “Los chilotes somos muy unidos. Por todas partes se está organizando gente”, afirmó.
En paralelo, un helicóptero continúa arrojando agua para evitar que surge una rebrote.
Es preciso indicar que la emergencia comenzó como un incendio forestal, pero luego, debido a las condiciones climáticas, se prolongó con rapidez a zonas pobladas, lo que obligó la evacuación de tres poblaciones.
De acuerdo a lo informado, son 400 personas las que resultaron damnificados, las que fueron derivadas a albergues que dispuso el municipio de Castro.