Con las declaraciones de la víctima, un testigo y el imputado, inició el juicio contra un subteniente de Carabineros acusado de disparar una bomba lacrimógena que dejó con graves secuelas a una joven de Puerto Montt, región de Los Lagos, durante el denominado estallido social.
Fue la noche del 26 de enero del 2020, cuando tras una jornada musical en el centro de la capital regional se desplegó una marcha que se acercó a la segunda comisaría.
Tras esto, un piquete de carabineros salió a disolver la protesta, llegando el subteniente Rodrigo Bustos, hasta la esquina de calle San Martín con Urmeneta, desde donde habría disparado hacia la plaza, golpeando con el proyectil la cabeza de la víctima de entonces 17 años.
La joven, quedó con secuelas que a la fecha afectan su desarrollo, como relató el abogado querellante en la causa, Jorge Vásquez.
“Quedó con ataques epilépticos, con una placa de metal en la cabeza, con dolores constantes(…) no ve con el ojo derecho y no escucha bien con el oído derecho”, fueron sus palabras.
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Agregó el jurista que la investigación ha demostrado que el oficial de la policía uniformada actuó por iniciativa propia y no siguiendo órdenes de un superior.
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En los primeros alegatos se revisaron también videos de transmisiones de Facebook, donde se observa la marcha iniciada tras el concierto realizado en la glorieta de la plaza, además de la actuación de Carabineros, imágenes que muestran que la bomba lacrimógena fue disparada a un sector prácticamente vacío.
El juicio, por violencia innecesaria con resultado de lesiones graves, se podría extender por todo lo que resta de semana.