Con una decena de puñaladas y en el antejardín de su casa apareció muerta una vecina de la Villa Antihual en Puerto Montt, región de Los Lagos.

El hijo de la mujer y un tío de éste estaban ebrios cuando quedó al descubierto el crimen.

El hecho fue alertado a Carabineros por el hijo de la víctima, quien relató por teléfono a la policía que había despertado en el dormitorio de su madre, con sangre en su ropa.

Luego de eso, el hombre buscó a su progenitora, encontrándola apuñalada en el patio, bajo un alero al costado del acceso principal a la vivienda y donde podría estacionarse un vehículo.

Con esos antecedentes la policía se constituyó en el sitio del suceso, constatando la muerte de la mujer de 57 años, por múltiples puñaladas lo que generó un desangramiento.

Mientras Labocar hacía peritajes, un vecino relató que aún de noche escucharon gritos que pedían ayuda.

Hubo consumo de alcohol previo al crimen, eso está constatado en el parte policial al que se tuvo acceso donde se explicita que el hijo de la víctima despertó ebrio y un tercero, que sería el tío, quien es sordo, que estaba en el misma casa y en la misma condición.

La fiscal Karen Rosas, quien instruyó las indagatorias al personal policial, dijo que se investiga un crimen, sin especificar cuál será la figura legal a perseguir.

De momento no se confirma imputación de cargos específicos contra quienes estaban en la casa, aunque la tesis del femicidio estaría descartada apuntándose las diligencias a la de un parricidio.

Éste último se configura cuando una persona consciente del parentesco con la víctimas, sea éste ascendente o descendiente, la ataca mortalmente.

Un equipo llegó a la Avenida Antihual, a unas dos cuadras de la iglesia católica del barrio, para realizar peritajes tendientes a dilucidar con total claridad, dinámica y responsabilidades en el sangriento crimen.

En primera instancia, según información policial, se trataba de un presunto femicidio, sin embargo esto habría sido descartado.