Paola Flores Rupailaf tenía cinco años cuando sufrió un grave accidente en instalaciones de ferrocarriles en el sector de Ovejería. Durante el hecho quedó aprisionada en una tornamesa, lo que le dejó secuelas que le acompañan hasta el día de hoy.

Esto le trajo diversas complicaciones. La joven, de actuales 23 años, estaba embarazada, sin embargo, al momento del parto no tenía un buen pronóstico, por lo que se debió adelantar por medio de una cesárea el pasado 21 de agosto.

Luego de esto fue enviada a su domicilio en el sector de Rahue Alto.

Pasaron los días y un dolor en su zona abdominal le seguía acompañando, por lo que María Rupailaf, madre de la joven, decidió llevarla a un Cesfam, donde le indicaron que algo no estaba bien.

La principal queja de María, es que pese a luego ir a la misma Unidad de Emergencias del Hospital de Osorno, sólo le diagnosticaron que su hija sufría de cólicos, por lo que fue enviada a su casa con una receta de analgésicos.

Lo que no sabían, es que tenía un apósito en su cuerpo producto de la cesárea.

Según dijo, su hija es víctima de una negligencia que no se condice con la atención de personal profesional y con experiencia en este tipo de procedimientos.

El director del Hospital San José de Osorno, Hans Hesse, confirmó el hecho y de paso el proceso de investigación para establecer eventuales responsabilidades

Sin embargo, para el directivo no se puede hablar de negligencia médica, al ser un concepto muy amplio, dijo, y mas bien el caso se caratula dentro de un efecto adverso.

Lo cierto es que la joven madre recién en las últimas horas recibió el alta para ahora, espera, poder recuperarse de un episodio que incluso le imposibilito de estar junto a su hijo recién nacido.