Las autoridades de la región de Los Lagos decretaron la tercera Emergencia Ambiental del año en Osorno, ante las malas condiciones del aire.
Tuvieron que pasar tres noches donde las condiciones atmosféricas, relacionadas a la temperatura y la ventilación del aire, sumado al aumento en el uso de la calefacción residencial, hicieran que los sistemas de medición detectaran rangos horarios donde la contaminación en Osorno superaba con creces las normativas vigentes de calidad ambiental.
Lo anterior llevó a decretar un nuevo episodio crítico, que se convierte en la tercera emergencia por contaminación del aire que rige en Osorno durante este año.
Desde la cartera de Medio Ambiente en la región habían alertado sobre la condición de preemergencia durante martes y miércoles, por lo que se adoptan medidas de resguardo como por ejemplo prohibir el funcionamiento de calderas industriales.
Sin embargo, las condiciones meteorológicas no son propicias para aumentar la prevención y disminuir el uso de la calefacción residencial, toda vez que se espera un frente de heladas y mala ventilación, que incluso llevaron a levantar una alerta temprana preventiva por parte de la Onemi.
Escenario ideal para el aumento del uso de leña -principal combustible en los hogares de Osorno- que en su mayoría no se encuentra idónea para una buena combustión y que disminuya su nivel de MP 2.5 al quemarse.
De esta manera Klaus Kosiel, seremi de Medio Ambiente en la zona, explicó que los hogares, en estas condiciones, deben evitar la presencia de humos visibles revisando las salidas, lo que permite generar menor polución.
De esta manera -en jornada de Emergencia- en el polígono de restricción no se permite entre las 18:00 horas y la medianoche, humos visibles provenientes de artefactos residenciales a leña, una medida que fue resistida debido a la fiscalización que se realiza en hogares y que en algunos casos no cuentan con los mejores sistemas.
Además se prohíbe en toda comuna, entre las 18:00 horas de este jueves y las 06:00 horas de este viernes, el funcionamiento de calderas con una potencia térmica nominal mayor a lo permitido, así como también se suspenden las actividades físicas y deportivas al aire libre.