El Gobierno busca retomar las negociaciones entre los buzos de Chiloé y Melinka para destrabar el conflicto de zonas contiguas que actualmente se mantiene en punto muerto.
La problemática surge en torno a la captura artesanal del erizo marino, que principalmente se encuentra en las costas de la región de Aysén.
Para ello, el intendente de Los Lagos, Harry Jürgensen, el subsecretario de Pesca, Román Zelaya, y la Intendenta de Aysén, Geoconda Navarrete, se reunieron en Santiago con el objetivo de buscar una salida.
Una votación desarrollada en Melinka, región de Aysén, puso lápida a las pretensiones de los trabajadores de Quellón, Queilen, Ancud y Calbuco, quienes, por ahora, no podrán trabajar en Aysén.
Las negociaciones se realizan cada tres años y en esta oportunidad Los Lagos ofreció a sus pares de más al sur una suma de mil millones de pesos -financiado por el Consejo Regional- para el desarrollo de proyectos, a cambio de permitirles la captura del erizo.
Las autoridades acordaron formar un grupo negociador compuesto por dirigentes, y facilitadores del proceso como los Gobiernos Regionales, Subpesca, Sernapesca y la Autoridad Marítima.
El Intendente, Harry Jürgensen, explicó que es necesario construir confianzas para llegar a acuerdos que beneficien a mas zonas.
Mientras, Daniel Caniullán, dirigente de los buzos de Melinka, destacó los acercamientos del Gobierno, aunque remarcó que primero de deben resolver las demandas locales.
El Ejecutivo apuesta por un programa de fiscalización a cargo de Sernapesca, la conformación de comités regionales, actualización de los planes de manejo y generar las condiciones de apertura de los registros de pesca para buzos Los Lagos y Aysén.