La fuga de al menos medio millón de salmones de un centro de cultivos en Isla Huar, en la región de Los Lagos, podría impactar negativamente en el ecosistema.
Entre 500 mil y 800 mil salmones se fugaron de 9 jaulas de la empresa Marine Harvest, que sufrieron daños por el mal tiempo.
Más de 460 mil ejemplares habían terminado recientemente o estaban en pleno tratamiento con antibióticos. A esto hay que sumarle que los salmones eran alimentados con comida artificial, por lo que es muy probable que no sobrevivan en un ambiente salvaje.
Pedro Cayupel, vicepresidente de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), dijo que esto podría traer como consecuencia una cantidad enorme de peces muertos en el golfo del Reloncaví.
La seremi de Salud, Scarlett Molt, manifestó que no se descarta que el consumo de estos ejemplares medicados pueda causar alguna reacción en las personas.
Desde la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) informaron que si no logran recuperar una cantidad importante de peces -situación que califican como complicada- habrían unas 20 toneladas de peces muertos contaminando tanto el agua como a otras especies depredadoras.