El integrante del Movimiento Laicos Organizados, Juan Carlos Claret, espera que la visita a Osorno de los enviados del Papa Francisco, Charles Scicluna y Jordi Bertomeu, sea el inicio de un proceso de reconciliación, donde haya justicia.
Uno de los voceros de los laicos indicó que el exobispo Juan Barros no se va de Osorno por comerse un chocolate a escondidas, sino porque ocurrieron delitos.
Por este motivo, Claret dijo que el objetivo de los laicos era que se conociera la verdad, para que lleguen a las autoridades competentes y se haga justicia.
“Si hay obispos que hoy se fueron a sus casas, esperamos que mañana se vayan a las cárceles”, aseguró.
De esta manera, Claret indicó que quieren que haya reparación, ya que el daño es muy grande. “Luego se podrá hablar de perdón y paz, ya que eso es fruto de la justicia”.
Respecto a la llegada del nuevo administrador apostólico, Jorge Concha Cayuqueo, dijo que es una persona dialogante, humilde y conoce las problemáticas que aquejan tanto a la diócesis como a la provincia de Osorno.
Claret aseguró que buscan obispos que sean humanos, que no tengan miedo a equivocarse y no impongan verdades que ellos se enteraron por libros.
La trayectoria que ha desarrollado Concha, les abre la esperanza de poder trabajar por la comunidad de la fe y su renovación, ya que el grupo de laicos no sólo ha luchado por los dilemas locales sino porque toda la verdad salga a la luz pública.