Como el comienzo de la reconstrucción de la comunidad católica local es asumido el anuncio de los laicos organizados de Osorno de terminar sus protestas contra Juan Barros. El párroco a cargo de la catedral de Osorno los llamó a pedir disculpas por las manifestaciones.
Más de cien personas asistieron a la tradicional misa de las 11:30 horas en la catedral de San Mateo, la cual se desarrolló en completa normalidad, pero sin la presencia del obispo Juan Barros.
Posterior a ello, los fieles se refirieron a la situación de la Iglesia Católica, a varios días de terminado el encuentro del papa Francisco con los obispos chilenos y conocida la determinación de estos de poner sus cargos a disposición.
Tal como la mayoría de los fieles, Mirna Ruiz comentó que se trata del comienzo de la reconstrucción de la diócesis local, pero también del catolicismo a nivel nacional e internacional. Según su visión, ello quedó demostrado en el aumento de asistentes a la ceremonia eclesiástica.
Otra fiel declaró a los medios que debe hacerse una reflexión frente a hechos que finalmente terminan dividiendo a una comunidad vinculada a través de la fe.
El párroco de la catedral San Mateo, Bernardo Wert, desestimó la percepción de que producto del conflicto la cantidad de asistentes se redujo, aún cuando reconoció que toda la comunidad católica que asiste al templo religioso sufrió producto de las protestas de los laicos organizados. De hecho, los llamó a pedir disculpas.
Otro de los asistentes, Duberlí Guerreo, fustigó a los sacerdotes y más aún a los jerarcas eclesiásticos del catolicismo, que continúan afirmando que no conocían los casos de abuso sexual o que directamente no actuaron al recibir denuncias.
En tal sentido, cobró especial relevancia la situación del obispo Alejandro Goic, que también dirigió la diócesis de Osorno. Iván, uno de los fieles asistentes a la misa, sostuvo que se trata de un tema doloroso, al ser el prelado reconocido por su calidad ética, la cual se ve contrariada tras su petición de perdón tras no actuar a tiempo ante una denuncia por abuso sexual en Rancagua.
Nada se sabe respecto al paradero de Juan Barros. Existen sólo presunciones de que continuaría en Europa, quizás en España. Sin embargo, para los fieles católicos la situación está cerrada, asumiendo que no seguirá siendo obispo de Osorno.