En la sala 1 del Tribunal Oral en lo Penal de Osorno comenzó el juicio contra un Purranquino acusado de violar a una niña de 12 años con necesidades educativas especiales, para lo cual se valió de diversos engaños.
Conforme a los datos develados en la audiencia, el hombre habría comenzado a frecuentar a la menor, no más allá de un mes antes de ocurrido el ultraje, para lo cual se valió de diversas artimañas para ir ganando su confianza.
De esta manea, explicó la fiscal jefe de Río Negro Leyla Chahín, el hombre el día 2 de marzo se reunió con la niña -quien paseaba con su hermanito- y a quien dejan jugando con un celular, para luego trasladarla hasta un sitio eriazo para violarla, hecho que quedó al descubierto luego que el menor se fuera a casa de sus padres quienes advierten que la niña llevaba bastante tiempo sin retornar.
Posteriormente los familiares salieron en su búsqueda, logrando divisar al sujeto, que huía de entre los matorrales. Tras denunciar el hecho, el imputado permaneció en calidad de preso preventivo hasta el inicio de este juicio.
En lo que refiere a la versión entregada por el imputado, este da cuenta que la menor le dijo que tenía más edad y que no hubo utilización de la fuerza, sino más bien una relación consentida, lo que de ser acreditado por parte de la defensa significaría la recalificación del delito a solo un “Error de Tipo”.
En lo que refiere a tal aspecto judicial, la persecutora explicó que primero es sumamente difícil que el delito por el cual fue acusado el imputado sea recalificado, ya que se debe ante todo considerar que la víctima al minuto del ultraje tenía solo 12 años y donde la jurisprudencia chilena, da cuenta que hasta los 14 años se protege bajo toda norma la integridad sexual del menor, independiente si consciente o no el acto.
Durante ésta jornada estaba contemplada la declaración de la menor, que a juicio de Chahín, sería clave para que los magistrados por cuenta propia advirtieran que es evidente que la menor es más influenciable y manipulable dada su condición médica.
De dicha forma, finalizó diciendo la fiscal jefe de Río negro, se pretende acreditar que el hombre ultrajó a la niña y así lograr la condena del mismo.
En la misma línea dijo, exigen penas efectivas de cárcel de 15 años, donde se suma que el sujeto no tiene irreprochable conducta ya que hasta un tiempo antes del ultraje estuvo tras las rejas cumpliendo otra condena.