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Cuatro monitos del monte, pequeños marsupiales originarios del sur de Chile y hallados entre una carga de leña, fueron recuperados y devueltos a su hábitat en el Monumento Natural Cerro Ñielol en Temuco, región de La Araucanía. Tras ser examinados y estabilizados por veterinarios, los ejemplares fueron liberados en el Monumento Natural para reintegrarlos a su entorno natural, considerando que la especie se encuentra en una situación vulnerable debido a la degradación de su hábitat. El Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) colaboró con Conaf en esta acción de protección de la fauna nativa, asegurando un lugar adecuado y seguro para la liberación de los monitos en una quebrada apartada del tránsito.

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Cuatro monitos del monte, pequeños marsupiales que habitan la zona sur de Chile, y que fueron encontrados entre una carga de leña, fueron devueltos a su hábitat, en el Monumento Natural Cerro Ñielol en Temuco, región de La Araucanía.

En ese contexto, equipos del Servicio Agrícola y Ganadero (SAG), recibieron los 4 ejemplares de estos pequeños marsupiales, que tras ser revisados por veterinarios y atendidos para estabilizarlos, fueron trasladados al Monumento Natural Cerro Ñielol.

Esto último, para reincorporarlos a su hábitat, tal como lo detalló la directora regional de la Corporación Nacional Forestal, Conaf Araucanía, María Teresa Huentequeo, quien detalló el rol de estos mamíferos marsupiales.

Por su parte, Claudio Correa, administrador del Monumento Natural Cerro Ñielol, destacó la importancia del lugar elegido para la liberación de los ejemplares, recordando que la especie está en una situación de vulnerabilidad debido a la pérdida de su hábitat natural.

El jefe de la oficina SAG Temuco, Francisco Castillo, enfatizó el compromiso del organismo en la protección de la fauna nativa y que en este caso activa una alianza con Conaf.

Cabe mencionar que, los cuatro ejemplares fueron dejados en una quebrada, alejada del tránsito peatonal o vehicular del Cerro Ñielol, y treparon rápidamente en árboles del lugar para mantenerse a la espera del crepúsculo y la noche que es el momento en que mejor se desenvuelven para alimentarse.