Hasta un centro de Gendarmería en Temuco -en la región de La Araucanía– acudió la tarde de este jueves el machi Celestino Córdova tras salir en libertad condicional.
Fue en la medianoche que el comunero mapuche abandonó el Centro de Estudio y Trabajo de Vilcún, donde cumplía la condena de 18 años de presidio por delito consumado de incendio con resultado de muerte del matrimonio conformado por Werner Luchsinger y Vivian Mackay González. Ilícito perpetrado en la comuna de Vilcún, en enero de 2013.
Tras eso, esta jornada, en completo silencio, se presentó en el Centro de Reinserción Social de Gendarmería, ubicado en calle Bulnes, en el centro de Temuco, tal como registró en exclusiva Radio Bío Bío.
Esto para concretar el trámite de designación del delegado que deberá vigilar el cumplimiento del beneficio penitenciario.
Corte rechaza dos órdenes de no innovar
Esta jornada, además, la Segunda Sala de la Corte de Apelaciones de Temuco resolvió rechazar las órdenes de no innovar, por tanto, se mantiene la medida de libertad condicional.
La misma sala acogió y declaró interpuesto un recurso de amparo en contra de la sentencia dictada el pasado sábado 30 de diciembre. En este caso será la Corte Suprema lo que resolverá si el machi volverá a no a un penal.
Es preciso indicar que la entrega de este beneficio generó diversas críticas. Jorge Luchsinger, hijo del matrimonio Luchsinger Mackay cuestionó que “un asesino esté saliendo, no habiendo cumplido la condena de 18 años, a celebrar que puede estar en su casa, mientras los familiares, los conocidos de mis padres, están viviendo la impotencia y la impunidad que significa esto”.