Más de 19 mil millones de pesos destinará el Gobierno para reajustar distintos contratos con empresas constructoras de la región de La Araucanía, que han manifestado insolvencia económica, ante el alza en el precio de los materiales de construcción.
Para el seremi de Obras Públicas, Raúl Ortíz, este será un “tanque de oxígeno” para evitar retrasos en obras emblemáticas, como la mantención de caminos interiores y proyectos de agua potable rural.
En específico, fueron 30 empresas de La Araucanía que solicitaron al Ministerio de Obras Públicas reajustar los contratos originales para evitar dejar botadas las obras, esto ante el explosivo aumento en el costo de los materiales.
Dicha situación ha mantenido en incertidumbre la ejecución de los contratos vigentes con el Estado, en medio del fantasma de la insolvencia que instaló la pandemia.
En ese sentido, Ortíz aseguró que esta inyección de recursos es un respiro para que las constructoras puedan terminar los contratos sin inconvenientes.
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La medida fue bien recibida por la Cámara Chilena de la Construcción. Su presidente, Luis Felipe Braithwaite, resaltó el resguardo a los empleos, que golpea principalmente a empresas subcontratistas.
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El gremio de la construcción y el Gobierno, estiman que desde el otro año la situación debería estabilizarse, pese a que se mantiene el alza en el precio de los materiales.
Esto porque ya es conocido el escenario actual por la inflación, lo que está considerado en los nuevos contratos que se suscribirán con el Estado.