El Presidente la República, Gabriel Boric, respondió al vocero de la Coordinadora Arauco Malleco, Héctor Llaitul, quien -en una entrevista- reivindicó el uso de “sabotajes” como acción política y que la CAM va a profundizar su postura de “una guerra total en contra del Estado capitalista”.
Al respecto, el jefe de Estado indicó que “si alguien reconoce vínculos con ilícitos, por supuesto que eso tiene que ser investigado y de concluirse la investigación, sancionado como corresponde”.
“Acá lo importante es que desde el Estado de Chile, más allá de este Gobierno, tenemos un problema muy grave y para solucionarlo, no lo vamos a lograr si es que caemos en las provocaciones de quienes no quieren diálogo, de quienes no quieren que esto se solucione”, agregó la máxima autoridad del país.
A ello, sumó que “hay quienes quieren mantener y perpetuar el conflicto. A quienes cometen delitos, van a ser perseguidos con toda la fuerza de la ley”.
“La gran mayoría de las comunidades del pueblo mapuche son pacíficas, son trabajadoras, no quieren la violencia y, por lo tanto, flaco favor hacen quienes insisten en el miedo, en la amenaza y en la violencia como método de acción política. Este Gobierno no legitima la violencia como acción política”, sentenció el mandatario.
Las declaraciones de Héctor Llaitul
En una entrevista con Werkén Noticias, Héctor Llaitul afirmó que “las definiciones que nosotros hemos tomado es también profundizar nuestra postura (…) Que es prácticamente una guerra total en contra del estado capitalista, en tanto cuanto y estado colonial que niega todos nuestros derechos fundamentales”.
Llaitul, emitió sus declaraciones en lo que definió como la conmemoración de un año de la muerte de Pablo Marchant, joven que murió durante un enfrentamiento en la comuna de Carahue, región de La Araucanía.
Además, acotó que el fallecido formaba parte de una ORT (Organización de Resistencia Territorial), sosteniendo que “en ese contexto operan estas acciones de resistencia, los sabotajes que desarrollan estas ORT”.
“Esto fue mandatado por la organización y en convergencia con las comunidades de la zona, por lo tanto, los ORT funcionan de acuerdo a esos planteamientos. Hay una ética de acción política en que los sabotajes no tienen que ver con el exterminio, ni siquiera del enemigo aunque confrontara y también eso pasó la cuenta en la caída de Marchant”, expuso.
Llaitul no se detuvo allí, indicando que “la CAM, en sus ya casi 25 años, jamás ha asesinado a nadie, ni siquiera a las fuerzas que son beligerantes en contra de los weichafes”.
Sobre la figura de Marchant, el vocero de la CAM lo definió como alguien “muy cercano al núcleo de la CAM, entonces fue una figura central en nuestra lucha”.
“Nuestra forma de vengarlo, por decirlo de alguna manera, es agudizar contradicciones y luchar más fuertemente contra quienes nosotros consideramos responsables, que son las forestales y las fuerzas de ocupación que hoy día están en el Wallmapu, que son agentes del Estado que llevan adelante la militarización”.