El machi Celestino Córdova retomó la huelga de hambre al interior de la cárcel de Temuco, exigiendo el cambio de lugar del cumplimiento de condena en el contexto de la emergencia sanitaria.
El condenado a 18 años por el incendio con resultado de muerte del matrimonio Luchsinger Mackay, retomó la medida de presión de manera indefinida, esto en demanda del traslado a su denominado sitio espiritual.
A través de su vocería, Córdova expresó que es necesaria esta medida como prevención al contagio por la pandemia del Covid-19 en atención a razones humanitarias, argumentando que el Gobierno no ha hecho un pronunciamiento para salvaguardar la vida de los presos políticos mapuches ni de los presos políticos en general.
Así lo señaló su vocera, Cristina Romo, quien agregó que las autoridades deben acogerse al Convenio 169 de la OIT y efectuar dicho traslado.
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A la huelga también se sumaron ocho presos mapuches de la cárcel de Angol, quienes piden cambios de medidas de cumplimiento de condena de todos los presos políticos mapuches y no mapuches, para que cumplan sus sentencias en sus respectivas comunidades o en sus domicilios.