Un duro momento vive el obispo de Temuco, Héctor Vargas, luego que un reportaje asegurara que tuvo una relación homosexual con otro sacerdote. Él se defendió tajantemente, indicando que es una “calumnia” y que ha llevado una vida regida por el celibato.
Según el portal El Mostrador, una fuente al interior de la Iglesia señaló que Vargas mantenía una “doble vida” que molestó al interior de la institución, situación que habría sido reprochada por otros integrantes del clero.
En relación a este punto, una de las fuentes dijo que “(…) la doble vida genera más molestia cuando quien predica hace realmente otra cosa”, aludiendo a que Vargas vivió en pareja con un obispo de Arica, a quien conoció cuando trabajó en esa diócesis.
Al respecto, Vargas respondió en la misma publicación que “es una calumnia absolutamente infame, no se puede creer en una cosa como esta. (…) Es una mentira y me gustaría saber quién está detrás de todo esto“.
Asimismo, subrayó que ha llevado una vida de célibe hasta el día de hoy.
Hasta pasadas las 11:00 horas de este lunes el Arzobispado no se había referido a estas acusaciones. Fuentes de Radio Bío Bío indicaron que emitirán un comunicado al respecto en el transcurso de la jornada.
Redes de protección
La fuente del portal indicó que el problema no es la homosexualidad, sino las redes de protección sobre obispos y religiosos, ya que, según dijo, “hay una forma de vida que resguardar”.
El obispo de Temuco también se manifestó en relación a los casos de las víctimas de abusos, donde reconoció que guardó silencio, no por los miembros de la Iglesia, sino para resguardar a los afectados.