Brandon Hernández Huentecol, el joven baleado durante un operativo policial en una comunidad mapuche en Curaco en diciembre de 2016, habría sufrido una complicación médica por lo que debió ser trasladado hasta el hospital de Angol.
Así lo confirmó la madre de Brandon, Ada Huentecol, quien explicó a Radio Bío Bío que su hijo comenzó a presentar dificultades en una pierna, lo que motivó la realización del procedimiento hospitalario.
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La herida se remonta al 18 de diciembre de 2016, cuando Hernández Huentecol recibió 100 perdigones que quedaron incrustados en su espalda, a la altura de la cadera, resultando con lesiones de gravedad a causa del disparo de un cartucho calibre 12 de una escopeta antimotines.
Aquella fatídica jornada Brandon Hernández fue trasladado en un furgón de Carabineros, debido a que no llegó una ambulancia, al hospital de Angol, centro asistencial donde se le realizó una cirugía de emergencia para contener la hemorragia.
Un informe elaborado por el Departamento de Derechos Humanos del Colegio Médico indicó que le habrían realizado suturas al menos de 20 perforaciones en el tubo digestivo producto del disparo, intervenciones que permitieron salvarle la vida.
Producto de su condición de gravedad, horas más tarde fue derivado a la Clínica Alemana de Temuco, lugar en el cual fue sometido a más de 10 intervenciones quirúrgicas.
Producto de esta situación, fue formalizado el sargento segundo Cristian Rivera Silva, quien, luego de cuatro intentos, fue imputado por apremios ilegítimos y cuasidelito de lesiones graves el pasado 18 de enero, quedando con arresto domiciliario total.