La noche del lunes, pasadas las 22:00 horas, un espectáculo de fuegos artificiales iluminó el cielo desde el Cerro Grande, un lugar estratégico de la conurbación La Serena-Coquimbo, conocido por albergar antenas de telecomunicaciones y ofrecer una vista privilegiada de la zona.
El “evento”, sin autorización y realizado por un grupo no identificado, ha sido interpretado como una demostración de poder vinculada al narcotráfico, generando preocupación entre los vecinos de la zona.
Y la razón de ese temor está basada en que el uso de fuegos artificiales se ha generado como símbolo de “marcaje territorial y control” del crimen organizado, especialmente en zonas donde buscan establecer su influencia.
Este hecho sin precedentes en la región plantea interrogantes sobre la capacidad de las autoridades para prevenir actos de este tipo y sugiere un preocupante avance de estas organizaciones en espacios residenciales.
¿Quién está detrás de esto?
El diputado de la Unión Demócrata Independiente (UDI), Juan Manuel Fuenzalida, fue el encargado de exponer en el Congreso esta situación, la misma que alertaron el lunes auditores de Radio Bío Bío.
El parlamentario expresó su preocupación y calificó el incidente como un punto de inflexión para la seguridad de la región.
“Este tipo de actos busca intimidar y normalizar la presencia del narcotráfico en zonas residenciales. No podemos permitir que esto se repita”, señaló.
Fuenzalida pidió oficiar al delegado presidencial de la región, al general de zona y al prefecto regional de la Policía de Investigaciones (PDI) para que informen qué acciones están en curso. Asimismo, instó a la Comisión de Gobierno Interior del Congreso a respaldar estas solicitudes y a garantizar que este incidente no quede impune.
La conurbación La Serena-Coquimbo, una de las principales zonas metropolitanas del norte chico, donde el narcotráfico ha ido en aumento como también la zona sur de la región que se ha estado utilizando como verdaderos centro de producción de marihuana, todo aparentemente según investigaciones, para comercializar en Santiago.