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En un enigma sin resolver se ha convertido la desaparición de María Rojas (48) y Julio Muñoz (35), amigos residentes de Monte Patria, cuyo rastro se perdió sin dejar pistas en Huatulame y El Palqui, desencadenando una intensa búsqueda sin resultados positivos hasta la fecha. Tanto Carabineros como la familia desconocen las causas de la desaparición, manteniendo vigentes hipótesis de secuestro o desaparición voluntaria. María, descrita como una mujer trabajadora de ganado caprino, desapareció con la ropa puesta, sin llevar pertenencias adicionales, mientras que no se ha hallado el vehículo de Julio Muñoz. A pesar de los esfuerzos de búsqueda de las autoridades y la comunidad, el misterio rodea el caso, sin pistas claras para esclarecerlo hasta el momento.

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En un misterio que no se ha podido resolver se transformó la desaparición de una pareja de amigos compuesta por María Rojas (48) y Julio Muñoz (35), ambos residentes de la comuna de Monte Patria.

Tras perderse el rastro de los dos amigos, las familias interpusieron denuncias por presunta desgracia y desde ese mismo momento iniciaron una búsqueda incesante sin que haya resultados positivos hasta la fecha.

Inicialmente, se buscó por los alrededores y también en las localidades de Huatulame y El Palqui, lugares en que residían, búsqueda a la que se sumaron funcionarios de Carabineros. Sin embargo, no se encontraron rastros de ambos, a pesar de realizar una operación rastrillo por terrenos y cerros de la zona.

En declaraciones a este medio, en los primeros días de la búsqueda, Jael Cortés, hija de la mujer desaparecida, señaló que habían buscado por Rincón Las Chilcas, Combarbalá, El Durazno, Ajial de Quiles, Tulahuén, sin resultados positivos.

También mencionó que estaban extrañados porque su madre no había tomado ropa ni nada de su casa, que había desaparecido solo con la ropa que llevaba puesta, ya que su celular lo encontraron tirado en la dependencia donde su otra hija la había visto compartiendo con su amigo.

Tampoco ha habido rastro del vehículo de Julio Muñoz, por lo que no han sabido a qué atenerse durante todo este tiempo.

Tanto la policía como los familiares ignoran las posibles causas de la desaparición, por lo que no saben si fueron llevados a la fuerza o eventualmente desaparecieron de forma voluntaria, hipótesis que no son descartables y han estado siendo investigadas cada una de ellas.

El hecho, envuelto en el misterio, consternó a los habitantes de Huatulame, puesto que es una localidad pequeña donde todos se conocen y no les había tocado vivir una situación de esta naturaleza.

Mujer de esfuerzo

Los familiares de María Rojas la han descrito como una mujer de esfuerzo y humilde que se dedica a la crianza de ganado caprino.

“Mi mamá es una mujer humilde y trabajadora. Ella tiene cabritas, en eso trabaja, produce leche y queso. Justo en este tiempo le estaban pariendo las cabras. A veces también trabajaba de Uber”, afirmó una de sus hijas cuando estaban en plena búsqueda.

También se conoce que María Rojas tenía numerosas amistades y que era bastante conocida en la zona, por eso tanta gente ha estado atenta a como se desarrollan los hechos y con la esperanza de que aparezca

Referente a Julio Muñoz, quien desapareció junto a María Rojas, es un amigo de muchos años de ella y se encontraba trabajando en el norte del país. Como se encontraba en la zona, se habían juntado a compartir el día que se les perdió la pista.

Según antecedentes entregados por la familia de la mujer desaparecida, el día en que se le perdió la pista ella vestía una calza burdeo, zapatillas y un chaleco calipso con mitad blanco.

Además, llevaba consigo sus llaves engarzadas en un llavero de perro color café y una cigarrera de cuero, que en su tapa de arriba se puede leer claramente “Arica”, y en un costado, un espacio para guardar el encendedor.

Esos son todos los detalles por los que se podría identificar a María si alguien se encuentra con ella.

Equipos de búsqueda

En el operativo para dar con el paradero de estas dos personas, desde un comienzo se pusieron a trabajar familiares, autoridades locales, vecinos y los equipos especializados de Carabineros, como el GOPE, el SEBV y el OS-7, en coordinación con la Fiscalía de Ovalle.

Sin embargo, todo lo que hicieron en los primeros días de búsqueda, tiempo que es clave cuando se extravía una persona, resultó infructuoso y sus familiares siguen guardando una angustia que no los deja.

La desaparición de María Rojas y Julio Muñoz, más allá del misterio que envuelve su desaparición, se ha convertido en un caso extraño en términos policiales, debido a las características que lo envuelven.

Por ejemplo, no hay pistas que puedan llevar a la policía a resolver el caso, excepto las características de las ropas que vestían y el celular de la mujer que fue encontrado en el mismo lugar en donde bebían una cerveza el día que se le perdió la pista.

El aparato, tras ser periciado, no le habría entregado pistas o datos concluyentes a la policía como para ubicar a su propietaria.

En tanto, la camioneta en que se movilizaba Muñoz ese día tampoco ha sido encontrada ni vista circulando por algún lugar. Por otra parte, ambos eran conocidos donde residían, especialmente María, y no existe rastro que se pueda encontrar entre sus amistades a quien le hubiese confesado algún problema que la pudiera llevar prácticamente a esfumarse.