El pasado jueves, Diario El Día dio a conocer que, ante la compleja situación hídrica que afecta a la región de Coquimbo, se analiza la implementación de diferentes medidas, ales como el bombardeo de nubes.
De este modo, destaca no sólo la construcción de desaladoras, sino que también de pozos y obras de riego.
Sin embargo, una de las disposiciones más interesantes es la estimulación de nubes, proceso conocido popularmente como bombardeo o siembra, que consiste en inducir precipitaciones a través de yoduro de plata e incluso dióxido de carbono congelado.
Consultado por esta medida, el delegado presidencial de la región de Coquimbo, Galo Luna, afirmó que es una iniciativa que se genera desde la Junta de Vigilancia del Río Elqui (JVRE) y de la Corporación Paso de Agua Negra (Corpan), “y que nosotros no descartamos, porque la situación crítica amerita barajar todas las alternativas”.
“Lo que hoy estamos haciendo, es tramitar a la brevedad todos los permisos que esta actividad necesita”, agregó.
En tanto, el titular de la Secretaría Regional Ministerial de Agricultura, Christian Álvarez, señaló que se les solicitó apoyar la gestión de este programa piloto de bombardeo de nubes, que es una iniciativa privada y autogestionada.
“Un apoyo que radica en la tramitación de su permisibilidad con la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC), el Servicio de Salud y el Agrícola y Ganadero. Como se indicó, es un plan cuyo desarrollo será en la provincia de Elqui (…). Una vez finalizado, se realizarán las evaluaciones respectivas para determinar su aplicación en las demás provincias”, complementó.
Para el integrante del Consejo Regional de Coquimbo y presidente de su comisión de Desarrollo Social e Inversiones, Lombardo Toledo, esta disposición ayudará a combatir la falta de agua existente.
“Todo es bienvenido. La comisión hídrica, que también integro, se encuentra abierta a llevar a cabo convenios de programación y estar al servicio de los agricultores, además del resto del sector rural”, dijo.
Cabe recordar que el 2012, durante el gobierno de Sebastián Piñera, su entonces ministro de Agricultura, Luis Mayol, propuso la estimulación de nubes para generar lluvias, medida que iba a implementarse en tres regiones, entre ellas Coquimbo, y que tenía un costo de 300 millones de pesos por cada una.
No obstante, su aplicación no dio los resultados esperados en su momento.