Sus restos desmembrados aparecieron en el litoral de Coquimbo el pasado fin de semana y, a estas alturas la institución ya tendría la certeza de que corresponden todos a una misma persona, la cual, provendría de otra región del país.
Desde el viernes 17 de noviembre, día en que apareció una pierna en la bahía de Coquimbo, la Brigada de Homicidios de la PDI ha trabajado intensamente para determinar a quién corresponden los restos de un hombre descuartizado, diligencias que -por lo demás- estarían muy avanzadas.
“Los muertos hablan”, es un dicho muy común que utilizan los policías y que hace referencia, precisamente, a que las pericias que realizan en el lugar de los hechos y los cuerpos de las víctimas, les entregan datos y pistas que les permiten, muchas veces, aclarar diversos crímenes.
Eso es lo que ha ocurrido en el caso del hombre descuartizado de Coquimbo, cuyas pericias habrían permitido a los especialistas de la PDI determinar, por ejemplo, que se trata de un sujeto de entre 25 y 35 años de edad y que se trataría de un nacional, oriundo de otra región del país.
Para obtener las primeras pistas habría sido crucial uno de los tatuajes de la víctima, pues estas impresiones en la piel pueden indicar el lugar en que se hicieron, e incluso, en el ambiente en que la persona se desenvuelve.
Además, se daría cuenta que este crimen no habría sido cometido por una organización delictual, puesto que la forma de deshacerse de la víctima demostraría que hubo impericia en esa determinación.
Las primeras pesquisas, además, le habrían dado a la policía datos precisos de que se trataría de una persona de nacionalidad chilena con antecedentes policiales, lo que, de paso, les habría permitido determinar que habría cumplido pena de prisión y que habría salido en libertad hace poco tiempo.
Empadronamiento por caso de hombre descuartizado en Coquimbo
Por otra parte, el empadronamiento que realizaron los funcionarios de la PDI, es decir, entrevistas con personas y posibles testigos, les habrían permitido identificar a un sospechoso, cuyo domicilio fue periciado, y desde donde se levantaron muestras genéticas que fueron remitidos al laboratorio especializado de la PDI.
Lo anterior, para determinar si el sospechoso tiene relación con los hechos, esto último, informado por la propia policía.
La PDI ha reconocido, además, que este es un tipo de caso que hace mucho tiempo no les tocaba investigar.
Así lo confirmó el diputado Juan Manuel Fuenzalida, quien vive frente al lugar en donde se realizaron algunos de los hallazgos.
“Ante mis consultas me dijeron que lo más seguro era que los restos formaban parte de una misma persona que había sido desmembrada, y que, efectivamente, esto no se veía acá en la región. Que era la primera vez que a muchos les tocaba en años este tipo de situaciones, que podría tratarse de bandas o de algún ajuste de cuentas”, señaló.
El parlamentario, precisó que un hecho de esta naturaleza impactaba mucho, “porque, hoy día, esto está ocurriendo en tu entorno, está ocurriendo en tu diario vivir y al tratarse de la avenida Costanera o la Avenida del Mar en el caso de La Serena, es más impactante aún, porque te preocupa el hecho de que son los lugares más turísticos que tenemos y se manchan con este tipo de situaciones. Es impactante, nunca me había tocado algo así y daña mucho la imagen de la conurbación”.
Lo que viene
Por ahora, los investigadores de la PDI estarían a la espera de los resultados de las muestras que han levantado, las que dirán si, efectivamente, se trata de la persona que tienen identificada como víctima.
También se espera el resultado de las muestras genéticas tomadas en el domicilio del sospechoso que habría, del que la policía estima, podría haberlo asesinado en su casa, para, posteriormente, arrojar sus restos desmembrados al mar.