Un hecho curioso se registró durante la tarde del domingo en el sector de La Herradura Oriente de Coquimbo, cuando se vio sobrevolando un helicóptero a una altura que, a simple vista, resultó muy llamativo.
De acuerdo al relato de vecinos, esta maniobra se dio a baja altura y se desprendía una especie de humo que también puso una cuota de preocupación entre los habitantes de esa zona residencial.
Sin embargo, la inquietud habría pasado cuando se dieron cuenta de que se trataba de un método de revelar el sexo de un bebé que está pronto a nacer, lo que es conocido como “Gender Party” y que ha alcanzado cierta popularidad.
En este caso particular, la maniobra dejó a las claras que la bebé sería niñita, pues salió humo de color rosado.
DGAC apuntó a protocolo establecido por vuelo de helicóptero
Diario El Día consultó con la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC), para saber si esta maniobra, fácilmente apreciable desde las viviendas del sector, contó con los permisos o se ajusta a las normativas vigentes.
En ese sentido, afirmaron que cuando se trata de vuelos locales, no necesariamente están obligados a informar de la actividad que se va a realizar.
“Se asume que cada piloto tiene los permisos y conoce el reglamento de aire y a qué alturas puede sobrevolar”, aseguró Ivonne Labbé, quien subroga al jefe del Aeródromo de La Florida, Miguel Frutos.
Si bien se presume que quienes saben pilotar todo tipo de naves cuentan con permisos, existe un protocolo que se debe cumplir.
En ese sentido, fuentes ligadas a la DGAC señalaron que si la empresa a cargo de este tipo de servicios está reconocida, debe generar un plan de vuelo, el que se entrega al Servicio de Información Aeronáutica (ARO), que es la que le traspasa la información a la torre de control.
En ese sentido, si se detecta a un helicóptero o a cualquier otro tipo de nave y desde la torre de control no están informados, estos se comunican con el piloto.
De todas formas, la regla indica que un vuelo como el registrado en la Herradura Oriente debió haber estado con los permisos correspondientes, y además, se insiste a los pilotos por radio para así realizar toda maniobra con precaución.
Dueño del helicóptero: “Estamos en orden”
El dueño del helicóptero en cuestión es el empresario Pedro Godoy, gerente general de Aerocopter.
En conversación con El Día, aseguró que “anteriormente nos habían solicitado esta posibilidad, pero no se había concretado”.
“Estos amigos se consiguieron el polvo de color necesario, y justo en ese sector se estaba desarrollando una fiesta, donde se conocería el sexo del futuro bebé. Fue una sorpresa que la familia preparó para ambos papás y resultó muy entretenida”, agregó.
Respecto de eventuales inconvenientes, Godoy señaló que “es evidente que el helicóptero es un poco ruidoso y a contraluz pudo parecer que se trataba de humo, pero era un elemento completamente artificial. Estábamos a 50 metros, que era una altura aceptable”.
Respecto de permisos, Godoy aseguró que “contamos con un permiso de la Dirección General de Aeronáutica Civil y que nos permite funcionar como operador aéreo sin inconvenientes”.
Sobre otro tipo de solicitudes similares, el gerente general de Aerocopter subrayó que “hemos llevado parejas que se quieren casar a declararse a la playa. También hemos llevado novias a su matrimonio, por lo que se crea mucha expectación y además es innovador”, finalizó.