Una pérdida invaluable de bosque nativo “que pudo ser evitada” acusó el Comité Pro Defensa de Flora y Fauna (Codeff), a raíz de los incendios forestales que han consumido más de 16.000 hectáreas en Aysén.
Según la directora de la organización, Yendery Cerda, la respuesta del Gobierno para combatir los siniestros no ha sido la óptima. “Para nosotros es preocupante que desde la experiencia de 2017 no hayamos aprendido y de considerar que en Aysén también se podían producir incendios”, subrayó.
La ambientalista remarcó que cuando la emergencia termine recién se conocerá la envergadura del daño a la flora y fauna en la Patagonia. “En 2017, si bien hubo mucha superficie quemada, un porcentaje importante de ella eran plantaciones forestales”, detalló.
El diagnóstico fue compartido por el presidente de la Corporación para el Desarrollo de Aysén (Codesa), Patricio Segura, quién lamentó que el Ejecutivo no tenga la misma valoración al comparar biodiversidad con sectores productivos.
“Le queda la impresión a uno que si hubieran sido pinos y eucaliptus de las grandes corporaciones forestales, (el combate) habría sido más rápido. Y como es biodiversidad, naturaleza que no le sirve a nadie muchos piensan, porque no es ‘productiva’, no hubo una respuesta tan rápida”, aseguró.
De paso, la eventual intencionalidad en incendios forestales, llevó a la Fiscalía Regional de Aysén a iniciar una investigación, centrada en los siniestros de Cochrane y Río Tranquilo.
El persecutor Carlos Palma aseguró que las sanciones no sólo serán para personas que premeditadamente hayan iniciado el fuego, sino que también para quienes actuaron de forma negligente.
Con todo, el presidente Sebastián Piñera -antes de viajar a Venezuela- aseguró que el Gobierno está trabajando a máxima capacidad en la zona y descartó una reacción tardía. El Ejecutivo insistió en que todos los recursos estarán a disposición, incluido un avión Ten Tanker, que en caso de mejorar las condiciones climáticas, operaría este viernes en la zona.