Este lunes se reanudó el juicio para esclarecer la agresión que sufrió Nabila Rifo en mayo del año pasado. En esta ocasión, dos testigos del Ministerio Público declararon ante el Tribunal Oral en Lo Penal de Coyhaique en la jornada número 11 de la instancia.
La primera de ellas fue la asistente social de la Oficina de Protección de Derechos de la Infancia, Sandra Pradenas, que dio cuenta del proceso de intervención que llevaron a cabo con los hijos de Mauricio Ortega y la víctima.
Pradenas fue llamada a declarar tras una orden del Tribunal de Familia que obligaba a conocer el estado de los menores tras lo sucedido.
En esta institución, se enteraron el 11 de mayo de 2016 de que Ortega tenía que cumplir con una asistencia al Centro de Hombres por denuncias previas de violencia.
La otra persona llamada a entregar su testimonio es uno de los asistentes a la fiesta en la que la víctima estuvo junto a su presunto agresor, antes de que ocurriesen los hechos.
La identidad de este sujeto no se conoce ya que pidió al tribunal que se reserve.
Estas declaraciones tienen vital importancia tanto para la defensa como para el Ministerio Público porque permitirá conocer detalles de los momentos en los que ocurrieron los hechos.
Violencia contra la mujer
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