Desde su puesta en marcha, el pasado 2 de enero, la Fiscalía de Frontera -habilitada en el Complejo Fronterizo de Chaclluta– ha atendido cuatro casos de niños y adolescentes extranjeros ingresados al país de manera clandestina por adultos.
Lo anterior, vulnerando sus derechos y estableciéndose que en tres de estos episodios existía una relación de parentesco con su acompañante.
Esto fue confirmado por el fiscal regional de Arica y Parinacota, Mario Carrera, en el marco de una visita que la jueza presidenta del Juzgado de Familia de Arica, Renée Portilla, realizó a la unidad de la Fiscalía.
Arica: casos de niñas, niños y adolescentes extranjeros ingresados clandestinamente al país
En específico, tres de los casos fueron detectados por funcionarios del Ejército y de Carabineros, luego que los migrantes ingresaran al país por pasos clandestinos.
Así, y luego de la evaluación de los profesionales psicólogos de la Fiscalía, se estableció que en uno de ellos no existía relación de parentesco.
Se trata, específicamente, de un niño de 2 años y una mujer adulta que lo acompañaba; mientras que en los otros sí se acreditó el vínculo de los NNA con los adultos.
En tanto, un cuarto caso se registró en el Complejo Fronterizo de Chungará, en la frontera con Bolivia, donde se detectó que una mujer y su hija de 15 años ingresaron clandestinamente a Chile, ocultas en el maletero de un bus, luego de pagarle una suma de dinero al conductor por dicha acción ilícita.
En todos los casos se dio cuenta al Tribunal de Familia, que dispuso las medidas de protección correspondientes en resguardo de los niños, niñas y adolescentes vulnerados.
Así, durante el recorrido que la jueza Renée Portilla realizó para conocer el funcionamiento de la unidad fronteriza, el persecutor regional destacó la importancia de la coordinación interinstitucional para enfrentar este tipo de casos, velando por los derechos de los NNA.
“Esta Fiscalía de Frontera, en su primera etapa, se abrió efectivamente para la protección de los niños, tanto en el marco de delitos como también en el marco que después tengan otro tipo de necesidades”, dijo Carrera.
Agregando que “en segundo aspecto, el tribunal juega un rol fundamental porque efectivamente ese es el marco de sus propias atribuciones”.
Sobre los casos atendidos hasta ahora, el persecutor agregó que “ya hemos tenido cuatro casos desde que comenzó el funcionamiento y es importante aprender de esos cuatro casos”.
En tanto, la jueza Renée Portilla comentó que la visita a la oficina de la Fiscalía de Frontera buscó observar el trabajo diario que realiza en materia de protección de niños, niñas y adolescentes.
“Cuando estos no sean parte de un ilícito penal, la intervención del Juzgado de Familia es fundamental porque es nuestra competencia, de modo que la información que se reúna en esta unidad persecutora es de mucha relevancia para nuestro tribunal para las acciones proteccionales de los niños, niñas y adolescentes en contexto de movilidad ingresados por un paso no habilitado”, dijo.
Finalmente, la magistrada agregó que las condiciones de vulnerabilidad de los niños deben ser verificados por el tribunal, “de tal manera de conocer cuál es el estado, en qué contexto vienen, dónde se quedarán, si hay un tercero significativo, etc”.