Gendarmería de forma permanente realiza revisiones en los recintos penales que permiten reforzar la seguridad al interior de las unidades, sacando desde los módulos, elementos y sustancias prohibidas que pueden contribuir a alterar el orden.
En fechas de celebraciones se incrementan los allanamientos para dar mayor tranquilidad a la población penal y también a quienes resguardan estos espacios.
En este caso, las revisiones se concretaron en diferentes módulos del Centro de Detención Preventiva de Calama, Taltal y Tocopilla, además del Centro Penitenciario Femenino y el Centro de Cumplimiento Penitenciario Concesionado de Antofagasta.
En total se intervino, durante diciembre, a una población de 2.300 internos e internas en toda la región de Antofagasta.
En estos procedimientos se retiraron 89 envoltorios con sustancias prohibidas, 19 teléfonos celulares y 75 armas cortopunzantes de fabricación artesanal, cargadores, cables USB y audífonos inalámbricos, además de fermento artesanal.
La seremi de Justicia y Derechos Humanos, Trissy Figueroa Rivera, destacó que “nuestro Gobierno está trabajando para tener establecimientos penales más seguros, es por ello que destacamos este positivo balance de los allanamientos y operativos realizados por Gendarmería de Chile”.
“Es importante recalcar que, a través de estos operativos, se mantiene de forma permanente la seguridad penitenciaria, la seguridad de los funcionarios y también de los propios privados de libertad, evitando que con estos elementos prohibidos se cometan delitos al interior de los penales, o se coordinen acciones delictivas hacia el exterior”, agregó.
Los operativos, que durante diciembre abarcaron al 70% de las personas privadas de libertad, involucraron el trabajo de más de 300 funcionarios y funcionarias de Gendarmería en los diferentes recintos, contando con el trabajo de la Unidad de Servicios Especiales Penitenciarios, el Equipo de Canes Adiestrados, el Grupo de Apoyo y Reacción Primaria.