El Segundo Juzgado Civil de Antofagasta condenó a un médico a pagar una indemnización de más de $170 millones a la familia de un paciente que murió debido a una negligencia médica.
Del total, $110.441.829 son por concepto de daño emergente, lucro cesante y daño moral al cónyuge, más $30 millones para cada hijo de la pareja.
De acuerdo al fallo, recogido por Diario de Antofagasta, la víctima se operó el 25 de septiembre de 2018 tras haber sido diagnosticado con una colelitiasis, que requería extirparle vía laparoscópica la vesícula biliar.
El día 26 de septiembre la víctima presentó síntomas de descompensación hemodinámica, presión arterial disminuida, taquicardia, dificultad respiratoria, por lo que el condenado ordenó exámenes de sangre y ecografía de control.
“Dichos exámenes mostraron que el paciente presentaba una marcada distensión abdominal de manera difusa que dificultaba significativamente la exploración y originada por presencia de gas y líquido heterogéneo”, se estampó en el fallo.
Luego, en otra ronda de exámenes, el profesional pidió muestras de sangre en búsqueda de infección sistémica.
“Posteriormente, atendida la gravedad del paciente, y a petición del personal de enfermería, es trasladado a la Unidad de Cuidados Intensivos sin autorización del médico demandado. En la UCI, el paciente evoluciona de forma refractaria al tratamiento y finalmente fallece el día 27 de septiembre de 2018 a las 15:53 debido a un paro cardio respiratorio”, se agregó en el fallo.
Para el tribunal se probó que el médico demandado actuó con falta a la lex artis, no previó a tiempo complicaciones que presentó el paciente ni interpretó sus síntomas o los resultados de los exámenes a tiempo.
“En razón de esto, tampoco desplegó la conducta esperable, que era ordenar operar de urgencia al paciente”, relató el juzgado.
“Este examen y análisis es el esperado, es decir la revisión de la ficha clínica del paciente, las condiciones en que llega a realizarse el procedimiento, lo que se observa durante el procedimiento, el resultado de este y las indicaciones y supervisión luego del procedimiento. Y si el procedimiento se realizó conforme a los protocolos aplicables al mismo, no se comprende que en el postoperatorio no haya adoptado igual cuidado y diligencia”, concluyó la justicia.