El 460 es uno de los 70 camiones de extracción que recorren Chuquicamata, pero este es conducido por una mujer. Su nombre es Karina Leiva, quien trabaja en esta labor minera desde marzo del año pasado.
Leiva ingresó en 2012 como operadora especialista de movimiento de tierra, primero en tractores neumáticos y cargador frontal, pero siempre con la vista puesta en los camiones.
“Ese fue mi mayor sueño, mi mayor anhelo que gracias a Dios ahora lo estoy cumpliendo”, dijo al sitio Portal Minero.
Cuenta que para esto tuvo que romper paradigmas, ya que se trata de una labor que siempre ha sido realizada por hombres en el yacimiento.
Incluso, en un comienzo, su familia estuvo asustada por la complejidad del rubro, “pero vieron de lo que soy capaz y están orgullosos de mí”, relató.
“Nosotras vinimos a invadir un territorio de hombres”, indicó. Sin embargo, agregó que la inclusión se ha internalizado, ya que sus colegas y jefes la han acogido de buena manera.
Los turnos de Karina son de ocho horas y consisten en trasladar el material a través de un camión eléctrico modelo 930, con capacidad para 300 toneladas.
Karina fue enfática en invitar a que más mujeres se integren a esta profesión y que aprovechen las herramientas existentes.
“Yo soy la primera y la única mujer que está en choferes y me encantaría que llegaran más colegas para yo aportarles mi granito de arena y contarles mi experiencia”, afirmó.
Según el estudio Fuerza Laboral de la Gran Minería Chilena, del Consejo de Competencias Mineras (CCM), las mujeres en la industria minera de Chile, subieron de un 7,1% a 7,9%, entre 2015 y 2017, aunque muy por debajo de Canadá y Australia, con un 19,6% y 13,2%, respectivamente.