Un video en el que puede verse a un turista practicado kitesurf en el salar de Talar, se viralizó en redes sociales durante esta semana. El registro, que comenzó como una cadena de Whatsapp, fue recogido por la cuenta de Facebook de una trabajadora turística de la zona, quien hizo una dura crítica al daño ambiental causado y a la falta de cuidado de parte de todos los involucrados.
El hecho, según la denuncia pública, ocurrió en el lugar conocido como Piedras Rojas, Aguas Calientes 3, que sería hábitat de flamencos y aves forzadas a abandonar sectores de alimentación y nidificación debido a la minería y el turismo.
“Un turismo irresponsable que es practicado por el turista desinformado y lamentablemente también por algunas agencias, todos reclaman el cobro de entrada a los sectores turísticos de San Pedro, pero esta es una de las razones de esos cobros, por culpa de estos turistas se requiere a alguien que esté fiscalizando y recordando todo el tiempo lo que se puede y no hacer. Todos van a apuntar a Conaf, qué porqué no está ahí?… Yo me pregunto dónde están los guías que estaban ese día ahí? Hicieron algo?”, cuestiona la publicación.
Este tipo de actividades, aseguran, “constituyen el turismo irresponsable, las malas legislaciones y falta de fiscalización por parte de Sernatur y Conaf a todos los prestadores de servicios, van a terminar matando este lugar, nos vamos a obligar a nosotros mismos a emigrar de este oasis”, culmina.
Conaf
Alejandro Santoro Vargas, director de la Conaf de la región de Antofagasta, y experto en áreas protegidas, en conversación con BioBioChile se refirió al polémico registro reconociendo que la práctica de dicho turista tiene impacto y genera una alteración mediana en el sistema ambiental, pero reversible -la fauna se va y luego vuelve-, pues dicho salar es zona de descanso y alimentación de flamencos y otras especies, más no zona de nidificación.
Sin embargo, el director fue enfático en destacar que el sector no forma parte del área protegida por la Conaf y no se encuentra bajo su administración. Es más, aseguró, el terreno no tiene afectación de manejo, ni de conservación desde el punto de vista jurídico.
Sin perjuicio de lo anterior, Santoro dijo que no hay excusas para no proteger este salar y advirtió que la acción de una sola persona puede causar un desastre ecológico, tal como pasó en las Torres del Paine.
Por lo anterior, señaló la autoridad, se cuenta con un plan de conservación del flamenco y se trabaja en conjunto con la PDI, Carabineros, Sernatur, prestadores de servicios turísticos y comunidades indígenas para velar por zonas que no están protegidas. Más allá de que todos estos actores actúen como denunciantes de este tipo de conductas, hay un camino por recorrer, indicó.
Se trabajará por el posicionamiento de campañas y señaléticas que fomenten el turismo autosustentable y se buscará aumentar el patrullaje por estos lugares. “Nuestras atribuciones en este caso no nos permiten obligar, pero sí educar e informar al turista”, dijo Santoro.
Todo lo anterior, dijo el director regional de Conaf, debe hacerse con cuidado, pues no debe olvidarse que Chile es zona destacada internacionalmente por su turismo aventura y todas las actividades deben compatibilizarse.