El Instituto Nacional de Derechos Humanos presentó ante el Juzgado de Garantía de Antofagasta, una querella criminal por las eventuales torturas que habría sufrido un interno, por parte de funcionarios de Gendarmería, al interior del módulo n° 88 que alberga a la población LGTBI del Centro de cumplimento penitenciario.
La denuncia fue recibida por la institución en Antofagasta el pasado 3 de enero en el marco de una visita de rutina al penal. Los hechos habrían ocurrido en diciembre del 2016 durante un allanamiento al módulo de “diversidad sexual”, cuando el afectado tuvo una discusión con uno de los gendarmes por no mirarlo a los ojos.
Esto provocó que fuese conducido esposado al patio lugar donde fue obligado a arrodillarse, posición en la que recibió un fuerte pisotón en su pierna, para luego ser tomado del cuello y arrojado contra el suelo y una pared. Los castigos se repitieron a través de patadas y golpes de bastón en su cabeza.
“Los tormentos culminaron cuando un gendarme le lanzó gas pimienta en los ojos al interno, mientras otro funcionario lo empapaba con la manguera, presumiblemente para acentuar los efectos del químico. Cabe señalar que el interno estuvo siempre reducido durante los castigos”, recoge el instituto.
Cese de malos tratos
Por medio de la acción judicial, “el INDH solicita a la Fiscalía –entre otras medidas- que gendarmería entregue toda la información, incluidos registros audiovisuales, que den cuenta de los hechos acaecidos. Asimismo que el Servicio Médico Legal realice los peritajes del caso y que la PDI lo investigue”.
Los hechos relatados fueron puestos en conocimiento del Ministerio Público mediante un oficio denuncia con fecha 17 de enero.
Con la información recabada, la Defensoría Penal Penitenciaria presentó un recurso de amparo ante el Juzgado de Garantía de Antofagasta, el que fue acogido. En la sentencia, además de ordenar cesar los malos tratos a los internos amparados, se ordenó a Gendarmería evaluar la pertinencia de su traslado.