VER RESUMEN

Desde fines del año pasado, María Ester Bravo de 69 años ha sufrido un calvario. En resumidas cuentas, la mujer acusa que delincuentes intentaron robarle cerca de $2.2 millones desde sus cuentas bancarias.

De acuerdo a lo detallado a Denuncias BBCL por el hijo de la afectada, Erick Slater, todo comenzó en diciembre de 2024 en Rancagua. La mujer, se acercó hasta una tienda Ripley y le informaron que su tarjeta estaría pronta a vencer, que debía renovarla y así lo hizo.

“Fue al servicio al cliente, le pidieron su carnet, hicieron el proceso y mi mamá tuvo su nueva tarjeta, pero no le entregaron la tarjeta antigua“, detalló el hijo de la afectada.

Ya en enero de 2025 -sin saber aún cómo- delincuentes solicitaron de manera digital dos avances en el Banco Ripley. En total, ambos movimientos hacían poco más de $2,2 millones.

No contentos con eso, el pasado 21 de enero los mismos sujetos abrieron una cuenta corriente digital en el Banco Bci con todos los datos de María Ester, logrando burlar las medidas de seguridad.

El dinero del avance, el cual fue concedido desde el Banco Ripley, fue traspasado hacia la cuenta digital del Banco Bci. Sin embargo, la cuenta fue cerrada el 14 de febrero por “informes desfavorables”.

Pese a ello, ese mismo mes la adulta mayor afectada se dirigió a una tienda Ripley para pagar su estado de cuenta mensual. Allí, se enteró de todo pues ya había salido la primera cuota a cancelar del préstamo.

“Mi mamá fue a pagar su última cuota y la vendedora le preguntó ‘¿cómo que última? Usted tienes varias más’ y ahí se dio cuenta de todo. Pidió un estado de cuenta y efectivamente, ahí estaban los avances“, explicó Erick Slater.

Finalmente, la afectada realizó dos denuncias en la Policía de Investigaciones, mientras que su hijo realizó un reclamo ante la Comisión para el Mercado Financiero -CMF-.

¿Qué dicen los bancos?

BioBioChile tomó contacto con ambos bancos involucrados. Primeramente, desde Bci -mediante una declaración- detallaron que los sistemas de monitoreo del banco identificaron anomalías en el proceso de apertura de la cuenta.

Por lo mismo, afirmaron, se retuvieron los fondos y se cerró la cuenta, para comenzar la restitución de dinero a la casa comercial inicial, es decir, al Banco Ripley.

• Los sistemas de monitoreo y prevención de fraudes de Bci detectaron anomalías y movimientos indiciarios de fraude, por lo que inmediatamente se retuvieron los fondos recibidos y, de forma preventiva, se cerró la cuenta receptora de los fondos.

• Estamos en contacto con la institución financiera a la que se solicitó el crédito de consumo en cuestión y de la que se recibieron los fondos para restituirlos a la brevedad. Asimismo, se ha tomado contacto con la persona afectada por esta situación para explicarle los próximos pasos.

• En paralelo, como banco estamos revisando en detalle el caso para seguir reforzando nuestros protocolos y evitar que situaciones como esta se repitan en el futuro.

De igual manera, el hijo de la víctima aseguró que “Ripley dice que a ellos le deben la plata y en base a los datos que ellos tienen, la plata fue movida por mi mamá, por lo tanto la deudora es ella“.

Por lo mismo, BioBioChile contactó a Banco Ripley para obtener alguna respuesta sobre el proceso. Sin embargo, tras reiteradas consultas, no hubo respuestas favorables.

¿Qué dice la Ley de Fraudes?

Uno de los cambios más grandes en materia de fraudes bancarios es la denominada Ley de Fraudes (21.234) de 2020, la cual “limita la responsabilidad del usuario de medios de pago y transacciones electrónicas ante el caso de extravío, hurto, robo o fraude”, señala la CMF.

Por parte de la persona afectada, existe un plazo de 30 días hábiles para presentar un reclamo, el que se hará efectivo en cuanto se presente una “declaración jurada simple, que indique el monto, producto, fecha y el medio mediante el cual se realizó el fraude, si la institución se lo pida”, afirma la CMF.

A su vez, el usuario también tendrá que realizar una denuncia ante las policías, Fiscalía u otro tibunal con competencia criminal. Si el comprobante del mismo no se entrega al banco en 30 días corridos tras el reclamo, “se entiende que la persona se retracta del reclamo”.

Importante, el regulador destaca que la entidad financiera “será responsable de las operaciones realizadas con posterioridad al aviso y de sus consecuencias económicas”, y que “es la entidad financiera quien debe probar que dicha operación fue autorizada por usted. El sólo registro de la operación no bastará para este efecto”.

En caso de corroborarse que existió un fraude, se cancelarán los cargos o restituirán los fondos. Por el contrario, si la información recabada apunta a que existe “dolo o culpa grave” del usuario, podría “ejercer ante un juez de policía local, las acciones correspondientes”.

Tras las consultas realizadas por este medio, la afectada recibió un correo desde Banco Ripley donde le informaban la cancelación de cargos y la restitución de los fondos. Lo anterior, sin perjuicio que en un futuro la casa comercial ejerza acciones judiciales contra quienes resulten responsables.