Para el candidato presidencial de la Democracia Cristiana (DC), Alberto Undurraga, el triunfo en la elección pasa por disputar el centro político. Mea culpa hay, según dice el diputado, la Falange tiene como objetivo volver a convocar a quienes los fueron dejando por no defender con fuerza sus posturas.
En medio de su trabajo parlamentario, y también como candidato presidencial de la Democracia Cristiana (DC), el diputado Alberto Undurraga se toma un tiempo para conversar de contingencia política.
Para el también exministro de Obras Públicas, la elección de noviembre se gana disputando el centro político. Es en ese contexto que hace un mea culpa: según dice, la Falange tiene el propósito de volver a convocar a quienes los fueron dejando por no defender con fuerza sus posturas.
Igualmente, en conversación con BioBioChile, Undurraga aborda lo que fue la Concertación. Para él, si bien se debe “defender el legado” que contempla acuerdos que hay que revalidar, los desafíos del país hoy son distintos. En tanto, asegura que para los democratacristianos “la Nueva Mayoría puede ser un camino también”.
En cuanto a primarias, el timonel de la DC insiste en la controversial idea de generar dos instancias. Para eso, sostiene que va a persistir en participar solo con el Socialismo Democrático, excluyendo al Frente Amplio y al Partido Comunista. En caso de no avanzar en la carrera presidencial, descarta buscar un cupo en el Senado. “Mi vida y período parlamentario se acaba el 11 de marzo del año 2026”, dice.
Undurraga (DC) y el panorama de cara a las elecciones presidenciales
—¿Cómo se define, precandidato o candidato?
El candidato presidencial de la Democracia Cristiana y con ese rol estamos recorriendo el país una vez más.
—¿Qué motiva su candidatura? Las razones para ud. asumir como carta presidencial.
Chile, nuestro país extraordinario, que he recorrido muchas veces en distintos roles, con gente de esfuerzo (…) es también un país estancado y con muchos problemas. Cuando decimos que está estancado, no solo en la economía, sino que también porque le falta levantar la mirada, plantearse sueños distintos y, de la misma forma, un sueño país que nos convoque a todos. Y además, tenemos problemas como la grave crisis de seguridad, los problemas de vivienda, la falta de crecimiento económico, las listas de espera, entre otros.
Entonces, nosotros creemos que para que Chile pueda salir del estancamiento y enfrentar estos problemas (…) se requiere levantar la mirada y proponerle al país un sueño distinto. Yo aspiro a que Chile pueda ser un país desarrollado y que todos vivan con dignidad. Para ello se requiere levantar la mirada y no más de lo mismo porque cuando se trata de más de lo mismo, los resultados van a ser lo mismo. Y cuando digo más de lo mismo, no solo la continuidad del gobierno, también lo que ofrece la derecha respecto a reproducir de alguna forma lo que fue el gobierno de Sebastián Piñera (…) la gente está cansada que le digan que no se puede.
—¿Considera que la Democracia Cristiana es competitiva y cuenta con ese respaldo ciudadano?
La gran mayoría de los ciudadanos y ciudadanas que están descontentos con el actual gobierno, tampoco quiere una alternativa de extrema derecha. Por lo tanto, el espacio está ahí y nosotros tenemos el propósito de volver a convocar a los muchos que creyeron en nosotros y que nos fueron abandonando porque fuimos abandonando nuestras posturas. Cuando decimos que Chile sea un país desarrollado y al mismo tiempo que todos vivan con dignidad, es algo muy profundo y tiene una bajada en cada una de las áreas (…) aspiramos a representar a muchos y muchas que creyeron en nosotros y que nos fueron abandonando porque no defendíamos con fuerza nuestras posturas. Con esta defensa fuerte de nuestra postura, no solo espero que tengamos un buen resultado en la presidencial, sino que también en la elección parlamentaria.
—En ese mismo sentido, ante la eventual candidatura de la senadora Ximena Rincón (Demócratas), ¿cree que ella puede acaparar votos que eran de la DC?
La elección presidencial se gana disputando el centro político, esa cantidad enorme de chilenas y chilenos independientes, desencantados del gobierno, pero que de la misma forma no están dispuestos a votar por alternativas de extrema derecha. Hay que disputarla. Respecto a la candidatura que me señala de la senadora, entiendo que el Servel le cerró la puerta, entonces no sé si tengamos que referirnos a eso.
—Y en la esfera política, ¿dónde ubica a Rincón? ¿En el centro o en la derecha?
Su partido ha llegado a un acuerdo con Chile Vamos, entonces creo que se fue a la derecha y tomaron un giro. En política es legítimo cambiar de opinión, y si ellos cambiaron de opinión y se fueron a la derecha, están en su legítimo derecho. Lo que no es cierto es que digan que son de centro porque eso no es así.
—¿Debería volver la Concertación?
Primero, tenemos que defender el legado de la Concertación. Fue una etapa en la historia de Chile que fue positiva para el país, que recuperó la democracia, que logró hacer compatible algo que ni en la derecha ni la izquierda creen que es compatible, que es el desarrollo económico y el desarrollo social. De la misma forma, durante la Concertación se superó fuertemente los niveles de pobreza. Con el liderazgo del presidente (Eduard) Frei Ruiz-Tagle se logró abrir la economía del país (…) por lo tanto, tenemos que valorar lo que fueron los gobiernos de la Concertación. Sin embargo, hoy día es una etapa distinta y uno no tiene que gobernar mirando el pasado. Así como uno maneja, mirando el automóvil y mirando hacia adelante, tiene los espejos retrovisores para mirar hacia atrás: tenemos que mirar por los espejos retrovisores, con orgullo lo que fue la Concertación, pero planteando hacia adelante. Hoy día son otros los desafíos del país. Sin embargo, temas como los acuerdos que se lograron en aquella época son cosas que tenemos que revalidar.
—Propone dos primarias en el sector, y descartó participar con el Frente Amplio y el Partido Comunista, pero ¿con quién sí?
(…) Nosotros hemos dicho que no vamos a estar en una primaria de todo el oficialismo por razones de coherencia porque cuando uno piensa tan distinto con otros, lo coherente es que sean primarias distintas, pero también pensando en el resultado y pensando en Chile. Porque si uno quiere convocar al centro, al mundo independiente, a los desencantados, no lo puede hacer con la continuidad del gobierno. Por lo tanto, si finalmente se impone una primaria de todo el oficialismo, nosotros no estaremos en esa primaria. Quedan pocos días, sabemos que nos han dicho que no muchos de ellos, pero vamos a seguir insistiendo en generar una primaria alternativa con el Socialismo Democrático, el Frente Regionalista Verde y la Democracia Cristiana.
—Y en caso de que los acuerdos no se concreten, ¿iría directo a primera vuelta?
Vamos etapa por etapa, yo espero que se que se concreten. Si no, veremos para el mes de mayo y después junio. Tenemos que esperar el resultado de las primarias y a partir de eso ir tomando la decisión, pero yo soy optimista por naturaleza (…) vamos a seguir hasta el 30 de abril, que es la fecha tope, con este propósito de intentar convencer a nuestros amigos del Socialismo Democrático. El camino para ganarle a (José Antonio) Kast, a (Johannes) Kaiser y a (Evelyn) Matthei está en armar una primaria distinta.
—¿Es una decisión del partido? El senador Flores criticó la opción e incluso la calificó como un “suicido político”. De hecho, planteó que podría ser una decisión personal.
Es un acuerdo del Consejo Nacional de diciembre que habla de estas dos primarias, un acuerdo aprobado con amplia votación. Después en la Junta Nacional no hubo una sola palabra que se refiriera a una primaria amplia en los acuerdos y las cosas votadas. Entonces, yo más bien llamaría a la calma a mis camaradas. Yo sé que algunos parlamentarios están nerviosos por la negociación parlamentaria: La vamos a resolver bien. Nosotros no somos partidarios del camino propio, de quedar solos, sino que más bien de trabajar con otros y particularmente con el Socialismo Democrático. Espero que podamos converger antes del 30 de abril, si no convergemos antes, convergeremos en la etapa siguiente. Pero naturalmente que el Socialismo Democrático ha sido nuestro socio estratégico y buscaremos la fórmula para que lo siga siendo.
—¿A qué responde la negativa de participar en una primaria con el Partido Comunista? ¿En qué cree que radican las principales diferencias? En el pasado fueron parte de una misma coalición.
Las primarias son para elegir al candidato o candidata a Presidente de la República, y es muy distinto participar en un gobierno y estar de acuerdo con que haya ministros de, quizás, algunos sectores más lejanos a uno, particularmente ministros del PC, que estar dispuesto a apoyar a un candidato o candidata del PC. Y eso es distinto, porque si usted me pregunta por la construcción de nuestro gobierno, nosotros decimos que tenemos que construir mayorías y probablemente las mayorías que construyamos en segunda vuelta incorporen también a sectores que no les haya ido bien en la primera vuelta, e incorporen entonces también a sectores del PC. No hay problema con eso al momento de la constitución del gobierno.
Lo que sí no estamos dispuestos es que quien encabece sea el Partido Comunista. Entonces, en una primaria si yo participo con alguien, la miro a los ojos y le digo ‘si tú ganas te apoyo’, y al revés (…) así funcionan las primarias. Cuando los proyectos son tan distintos en seguridad, nosotros con seguridad sin complejos y las votaciones del PC son claras y conocidas que van en otra línea (…) la exministra Jeannette Jara se refería a Cuba como “una democracia de forma distinta”, eso para nosotros es una aberración.
Posible administración Undurraga (DC)
—¿Cómo ve la situación de Chile? En este último año de gobierno, ¿cómo evalúa la gestión?
Como todo gobierno, el del Presidente Boric tiene algunos logros significativos. Yo diría que un logro importante, y probablemente el más importante, tiene que ver con la reforma de pensiones (…) tiene algunas cosas positivas, pero hay tres cosas en que los resultados son malos. En seguridad, los resultados del gobierno son malos; en economía, los resultados del gobierno son malos; y en lista de espera los resultados del gobierno son malos. Entonces, no puede ser catalogado como un buen gobierno si en estas tres cosas -que son tan importantes para la ciudadanía- tiene resultados que no son positivos. Entonces, creo que eso no está bien. Por eso nosotros le hemos dicho al Presidente Boric, usted se equivoca cuando llama a la continuidad de su gobierno (…) el insistir en la continuidad del gobierno es querer perder.
—En las encuentas, ¿a qué cree que responde la preferencia por candidatos de oposición?
En primer lugar porque llevan más tiempo como candidatos. Todos los que llevamos menos tiempo como candidatos, todavía la gente no sabe del todo (…) lo segundo, porque cuando hay un gobierno que tiene problemas y malos resultados en seguridad, en lista de espera y en crecimiento económico, si lo que se ofrece es la continuidad, va a haber mucha gente que va a preferir apoyar alguna alternativa distinta. Por eso nosotros señalamos que no tiene que ser la continuidad. Creo que son las dos razones.
—¿Cuáles serían las tres principales prioridades de una eventual administración Undurraga en La Moneda? Qué problemas cree que son urgentes de resolver y dónde debería estar el foco, a su juicio.
Nosotros tenemos que convocar a un acuerdo nacional para que Chile sea un país desarrollado y que todos vivan con dignidad. Vamos a ganar un gobierno con una mayoría de centro y centroizquierda, pero al momento de gobernar se gobierna llamando a acuerdos amplios, como fueron los gobiernos de la Concertación. Y para construir ese país desarrollado, y que todos vivan con dignidad, lo primero es seguridad sin complejos: significa poder tener en todo el país a los militares cuidando la infraestructura crítica, dotar al Ministerio Público, al Servicio de Impuestos Internos (SII) y a la Unidad de Análisis Financiero de la facultad de levantamiento del secreto bancario en el marco de sus investigaciones.
Seguridad sin complejos significa reforzar la inteligencia, las policías, un ministro o ministra de Seguridad orientado a la tarea y no a comentar los estudios. Lo segundo, volver a crecer económicamente y que ese crecimiento se manifieste en desarrollo y en empleos, pero para ello hay que creer que es posible. Este gobierno no se pone metas de crecimiento y nosotros tenemos que tener una meta de crecimiento sobre el 4% y eso significa más recursos (…) lo tercero es usar la asociación público-privada para resolver problemas sociales graves, tal como lo hice cuando fui ministro de Obras Públicas.
—¿Cómo?
En vivienda, usar el sistema de concesiones para construir 500 mil viviendas y con eso resolver tanto necesidades de jóvenes, de sectores medios y también de los comités. Hoy día como máximo se construyen 250 mil por gobierno y en uno que usa el sistema de concesiones se pueden construir 500 mil viviendas. ¿Y cómo se paga? En cuotas, ¿y quién paga? En los casos de viviendas con subsidios paga el Estado y en el resto se paga de manera mixta entre el Estado y la familia. Usar la asociación público-privada para enfrentar los problemas sociales, también en la lista de espera que se tienen que terminar y es posible hacerlo.
—En seguridad pide no comentar los estudios, ¿cree que eso se hace hoy? ¿Es una crítica?
Lo que le estamos diciendo al ministro de Seguridad (Luis Cordero) es que la prioridad es sacar adelante la Ley de Infraestructura Crítica y permitir que los militares estén cuidando la infraestructura crítica en todo el país. Esa es la prioridad y no comentar qué pasó o no pasó con el estudio. Hicimos y aprobamos el Ministerio de Seguridad para poner foco en la gestión, que las cosas se hagan.
—¿Con qué partidos gobernaría?
Los gobiernos, para tener éxito, tienen que construir mayoría y eso es el ABC de hacer bien las cosas; el ABC de poder llevar adelante un programa de gobierno y construir los distintos acuerdos. Por lo tanto, lo primero es el núcleo y la proximidad que está en la Democracia Cristiana: el Socialismo Democrático. Y después de eso, en función de los resultados parlamentarios. En ese sentido la Nueva Mayoría fue una alternativa y, para nosotros, la Nueva Mayoría puede ser un camino también, pero esperemos los resultados parlamentarios. Lo primero es construir durante el proceso de elección, ojalá antes del 30 de abril y si no tendrá que ser más adelante, una convergencia con el mundo del Socialismo Democrático, con quienes tenemos un pasado común y tenemos bastantes similitudes.
—¿Incluiría al Partido Comunista y al Frente Amplio en la administración?
Si nosotros convergemos en segunda vuelta con ellos, no hay problema en que puedan ser parte del gobierno en la medida que estén de acuerdo con el programa de trabajo nuestro, pero aquí la importancia es quién lidera (…) cuando nosotros adherimos a la Nueva Mayoría, lo hicimos porque existía la figura y el liderazgo de Michelle Bachelet, y eso fijaba el programa. Es distinto si fuera un programa de Jeannette Jara (PC). Por eso es que decimos que la primaria no. Sin embargo, en un programa que fijamos nosotros, bienvenidos los apoyos que puedan venir de otros sectores.
—¿Su candidatura podría mutar al Senado?
Mi vida y período parlamentario se acaba el 11 de marzo del año 2026, espero ese día estar asumiendo la Presidencia de la República. Si no fuera así, mi vida en la política y el servicio al país estará en otro espacio, no en el Parlamento.