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Diversas filtraciones en polémicos casos mantienen en alerta al Ministerio Público.

Esto, después de revelarse chats entre la otrora presidenta de la Cámara, Karol Cariola, y la exalcaldesa de Santiago, Irací Hassler, donde hablan en duros términos del Gobierno y el Presidente Gabriel Boric.

En concreto, el hecho generó transversales críticas desde la política, las que apuntaron a que las conversaciones no involucraban ningún delito, siendo de carácter personal.

Desde el ente persecutor ya habían tomado medidas respecto a este tipo de casos, las que -de momento- no han inhibido las filtraciones.

Una de ellas fue un instructivo enviado por el fiscal Ángel Valencia al ministro de Justicia, Jaime Gajardo, el que buscaba “impedir el acceso indebido a los sistemas informáticos del Ministerio Público”.

Ahora, ante las presiones desde la política, Valencia no se ha referido a los chats de Cariola y Hassler. No obstante, según consignó La Segunda, este martes podría estar en radios para abordar el tema.

Rol del fiscal Palma y caso Monsalve

Con el objetivo de atacar las filtraciones, además, Valencia designó al fiscal regional Occidente, Marco Pastén, para realizar indagaciones en torno al caso Audio y Monsalve.

Las pesquisas, según el citado medio, las realiza con un equipo pequeño, que ya ha tomado varias declaraciones de las que no se sabe nada públicamente. Esto último cobra sentido pues Pastén busca evitar que en una indagación sobre filtraciones, ocurran filtraciones.

Recordemos que una de las investigaciones tiene relación con que 75 funcionarios del MP leyeron la declaración de la víctima de Monsalve, poco después de conocerse el caso por la prensa. Lo que en su momento provocó que el fiscal Xavier Armendáriz abriera una causa por “delito de revelación de secretos”.

Valencia confirmó que se abrieron sumarios por dicho caso, los que han avanzado de tal forma que se cursarán multas. O sea, funcionarios perderán bonos que reciben por gestión o desempeño a raíz del hecho.