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El subsecretario del Interior, Luis Cordero, se refirió al proceso de regularización de ciudadanos extranjeros que participaron en el empadronamiento hasta febrero de este año, aclarando que de las 182 mil personas que podrían postular no todas podrían acceder a la regularización. Enfatizó la importancia de diferenciar entre quienes desean formalizar su estatus en el país y aquellos que eligen vivir al margen de la ley. Respecto al protocolo de expulsiones, Cordero señaló que la prioridad es expulsar a personas que representen un riesgo para el país, especialmente aquellas con antecedentes delictivos significativos asociados a organizaciones criminales.

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El ministro (s) del Interior, Luis Cordero, se refirió este viernes al proceso de regularización de ciudadanos extranjeros que participaron en el empadronamiento hasta febrero de este año.

“No corresponde a las 182 mil personas, sino que se realiza una evaluación sobre esas 182 mil que podrían postular, lo que no significa que todas ellas pudieran acceder a ese mecanismo de regularización”, explicó el subsecretario.

Recalcando que “lo que tenemos que hacer es una línea roja muy marcada entre aquellas personas que quieren formalizar su posición en el país, viviendo una vida ajustada al derecho, y aquellos que ha tomado la decisión de no hacerlo y vivir al margen de la ley”.

En cuanto al protocolo para el proceso de expulsiones, Cordero dijo que “lo que el país necesita es expulsar a las personas que tienen determinado riesgo para el país, esa es la prioridad. Y, por lo tanto, significa perfilar a esas personas, desarrollar los procesos de búsqueda adecuados y expulsarlas”.

“Nosotros necesitamos expulsar a aquellas personas que generan peligro en el país porque tienen compromiso delictual muy significativo y están asociados a organizaciones criminales”, sentenció.