Este jueves, la Defensoría de la Niñez presentó un informe en el que se aborda la temática de la violencia sexual cometida contra niños, niñas y adolescentes en entornos digitales.
Se trata del documento titulado “Violencia sexual digital contra niños, niñas y adolescentes: Hacia una estrategia de abordaje integral”.
En ese sentido, se incluyó el análisis de una serie de cifras recogidas de diversos estudios especializados y de organismos públicos, y que encienden la alarma sobre la situación en Chile.
En el documento se explica que la violencia sexual digital -o en línea- contra niños, niñas y adolescentes se define por el contexto en que esta se produce, y en tal sentido, se deben entender como tales los actos de acoso sexual, de explotación, abuso o cualquier conducta que afecte la indemnidad y/o integridad sexual de personas menores de 18 años.
Algunas manifestaciones que se explican en el informe son sexting (intercambio de mensajes o material online con contenido sexual); sextorsión (chantaje o amenaza de publicar contenido audiovisual o información personal); happy slapping (grabación de una agresión, física, verbal o sexual hacia una persona, que se difunde posteriormente); grooming (ciber-embaucamiento, una persona adulta se contacta electrónicamente con un niño, niña o adolescente ganándose su confianza con el propósito de involucrarlo en una actividad sexual); exposición de NNA a material sexual; entre otros.
Violencia sexual digital contra NNA
Al analizar los datos de la Encuesta de Polivictimización de niños, niñas y adolescentes de la Subsecretaría de la Niñez, se explica que un 25% de las y los adolescentes de 16 años encuestados, alguna vez en la vida han sido contactados por internet para hacerles preguntas sexuales o han intentado chatear con ellos.
Las y los adolescentes entre 13 y 15 años también presentan cifras cercanas al 20%, y los de 12 años ya alcanzan un 8%.
Además, si la pregunta anterior se le hace solo a las adolescentes mujeres, el dato revela que un 71% declara en forma afirmativa haber recibido estos contactos alguna vez en su vida y un 71% haberlo vivenciado en los últimos 12 meses.
Por su parte, el 28% de las niñas y adolescentes mujeres declara haber sufrido una molestia, acoso o rumores y acoso sexual por internet en el año 2023, mientras que respecto de niños y adolescentes hombres el porcentaje es de un 15%.
Lo anterior corrobora los datos de la encuesta de ONU Mujeres en el año 2020, la que identifica que el 47% de adolescentes entre 15 y 18 años y el 32% de niñas entre 12 y 14 años, sufrieron una experiencia abusiva sexual mediante plataformas digitales, vinculadas a peticiones sexuales o peticiones de fotografías íntimas.
Por otra parte, el documento aclara que estos no son los únicos factores de riesgo, ya que esta violencia se presenta en diferentes escenarios y formas.
En ese sentido, destacan la brecha generacional y falta de alfabetización digital de adultos responsables; compartir en entornos clandestinos, secretos, íntimos y el anonimato de los/las agresores(as).
A lo anterior se suma el modelo de negocios de espacios digitales que facilitan exposición de NNA a conductas sexuales y/o sexualizadas; la deshumanización de interacciones e identidades; y la ausencia de educación digital tanto de NNA como de adultos(as).
Respecto de la situación en Chile, el informe ahonda en la explotación sexual de niños, niñas y adolescentes por la vía digital.
Para eso, se analizó el total de resoluciones -acción que se genera cuando se advierte que un NNA ha sido víctima de un posible delito- activadas por programas del Servicio Nacional de Protección Especializada, tanto por equipos residenciales como ambulatorios, entre los años 2021 y 2023.
En este periodo existe un incremento de las resoluciones ligadas a la indemnidad sexual, pasando de 339 resoluciones activadas en el año 2021 a 557 para 2023.
Además, de ese total, se mencionaron 651 veces una vinculación y/o contacto mediante plataforma de mensajería WhatsApp, seguidas por: Instagram (460) y Facebook (162), pudiendo observarse una importante vinculación entre tales vulneraciones y el uso de estos entornos digitales.