Termina el 2024 y las relaciones con Argentina “no pasan por el mejor momento”, reconoció el canciller Alberto van Klaveren, luego del impasse diplomático por las declaraciones del ministro de Economía trasandino, Luis Caputo, que escaló al más alto nivel e incluyó una nota de protesta de Cancillería.
Este escenario contrasta con el logro del Gobierno, después de años de negociación, al firmar un “acuerdo histórico” con Bolivia que permitiría la reconducción de extranjeros que ingresaron de forma ilegal a Chile desde el altiplano.
En paralelo, las relaciones con Perú pasan desapercibidas, aunque son estables luego de que, en enero de 2023, el presidente Gabriel Boric criticó a su homóloga peruana, Dina Boluarte, por la situación de los derechos humanos en medio de protestas en ese país, lo que causó la molestia de Torre Tagle.
Con estas bases, y en conversación con Radio Bío Bío, exautoridades de Cancillería realizaron, con distintos enfoques, un balance de la política exterior vecinal del Gobierno durante el año que termina.
“Estamos al debe”
El exsubsecretario de Relaciones Exteriores del primer y segundo periodo de Sebastián Piñera, Alfonso Silva, señaló que “siempre la política vecinal tiene que tratar de ser lo mejor posible”, ya que “la vecindad se va a mantener por tiempos inmemoriales”.
En este sentido, destacó la reciente firma de acuerdos con Bolivia sobre migración, frontera y contrabando, lo que calificó como “positivo”.
Sin embargo, el exembajador en Estados Unidos dijo que “con Argentina hay una deuda, creo que ambas partes han cometido errores en ideologizar la relación”, y cuando eso ocurre, “se paraliza la gestión”.
Sobre Perú recordó las gestiones de Chile para el traspaso, por parte de México, de la presidencia pro tempore de la Alianza del Pacífico. Pero fuera de eso, “las relaciones políticas están bastante frías. No hay un interés aparentemente de Chile de acercarse más a Perú”.
Así, para Silva, el balance vecinal es que “estamos al debe, y solo destaca en lo positivo el caso de Bolivia. En el resto yo creo que hay todavía una tarea que hacer y que no se ha hecho, creo yo”. Esto, “más que por la desidia de la Cancillería y del propio ministro”, se debe a “una situación respecto del Ejecutivo y sus asesores en el segundo piso, que no tienen interés en mover la relación con dos países, con Perú y Argentina”.
Balance “positivo” y “razonable” a Cancillería
Para Edgardo Riveros, exsubsecretario de Relaciones Exteriores durante la segunda administración de Michelle Bachelet, el balance es con “perspectivas de estabilidad”, independiente que con Argentina “pasamos por un momento de baja intensidad en nuestras relaciones, que no debiera ser así, y que hay que hacer primar la templanza y no las estridencias”.
El académico de derecho internacional de la Universidad Central sostuvo que “con Perú estamos en un cuadro de relaciones bastante estable, y yo diría que en un terreno positivo”. Con Bolivia, por su parte, “se ha avanzado en un tema no fácil de abordar, como el tema migratorio, particularmente de la reconducción” de extranjeros.
Esto último, a juicio del exembajador y exasesor internacional de Ricardo Lagos, Fernando Reyes Matta, “si hablamos de política vecinal”, es “sin duda el hecho más importante”. También destacó la asistencia de nuestro país a APEC, que “contribuyó a su éxito” y fortaleció la relación con Perú.
En este contexto, el académico de la Universidad de Andrés Bello dijo que “siempre se puede decir que un balance puede ser mejor, pero yo diría que el balance (vecinal) es positivo, porque el ruido de las últimas semanas con Argentina no puede crear sombras respecto al total de la interacción que tenemos con los tres países”.
Cristián Barros, exsubsecretario de Relaciones Exteriores de Ricardo Lagos, aseguró que en 2024 “hemos tenido una vecindad bastante aproblemada”, coincidiendo con “problemas internos importantes” y “con la elección del presidente de Milei en Argentina”.
Por lo anterior, para el también exembajador “las relaciones (vecinales) han estado lo mejor que se puede”, por lo que hizo un “balance razonable”, destacando el avance con Bolivia en migración y atribuyendo el reciente impasse con Argentina a un “problema ideológico”.