Este martes, la Comisión de Educación de la Cámara de Diputadas y Diputados, aprobó en general el proyecto que pone fin al Crédito con Aval del Estado (CAE) y crea un nuevo sistema de financiamiento para la educación superior (FES).
Después de una discusión que se extendió por -al menos- ocho sesiones ordinarias, citando a autoridades y expertos en la materia, la instancia decidió que el proyecto siguiera adelante. Esto, pese a constantes críticas desde un sector de la oposición.
Al respecto, la presidenta de la comisión, Emilia Schneider (FA), planteó que “durante años las familias han soportado los abusos por los créditos y las deudas por estudiar. Son cerca de dos millones las personas que han sufrido las consecuencias”.
Por ello, dijo, que “hoy estamos dando un paso para dejar atrás esa triste realidad, (…) vamos a terminar con los créditos por estudiar, vamos a condonar la deuda y sacaremos a los bancos de la educación, que es un derecho y no un negocio”.
En tanto, el subsecretario de Educación Superior, Víctor Orellana, también valoró la decisión, manifestando que “acá la discusión no fue desde las trincheras, sino que tuvimos un diálogo abierto, con argumentos, que nos permitirá avanzar hacia consensos en la necesidad de superar el modelo de financiamiento actual y establecer un nuevo mecanismo, más moderno y eficiente, y que no signifique retrocesos en gratuidad“.
Las críticas desde la oposición
No obstante, tras la aprobación de proyecto, los diputados de Renovación Nacional, Marcia Raphael y Hugo Rey, manifestaron sus reparos.
En concreto, Raphael remarcó que “el proyecto del Ejecutivo elimina el copago para las universidades, lo que es preocupante porque estas instituciones perderán recursos esenciales para infraestructura, investigación y ciencia”.
La legislador también expresó su preocupación por las condiciones del nuevo crédito, explicando que “los estudiantes deberán acceder al FES por un 100% de la carrera a 20 años plazo, con un máximo de un 8% de sus ingresos, sin permitir la flexibilidad para que un alumno pueda pedir el FES -por ejemplo- por la mitad del arancel”.
“Además, no se permitirá el prepago, obligándolos a cumplir los 20 años y no permitiendo ninguna flexibilidad de pago, lo que refleja nuestra postura que esto corresponde a un verdadero impuesto al trabajo”, agregó.
Por otra parte, el diputado Rey, quien se abstuvo en la votación, destacó que “el copago que se elimina junto a otros aportes de las familias representa cerca del 40% de los ingresos de algunas instituciones, poniendo en riesgo la trayectoria educativa de miles de estudiantes”.
Así, el legislador explicó su posición: “El subsecretario se comprometió a establecer una mesa de trabajo y considerar nuestras propuestas. Por eso me abstuve, generando un espacio para el diálogo con el Ejecutivo”.
Finalmente, el subsecretario Orellana ya confirmó que van “a estudiar varios de los elementos que se señalaron en las intervenciones, porque aún hay espacio de mejora durante la tramitación, lo que no significa detener el avance hacia la aprobación de este proyecto de ley”.