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El fiscal regional de O\'Higgins, Carlos Fuentes, investiga un intento de secuestro que involucró a los hijos de un carabinero que participó en la detención de sospechosos del millonario robo a Brinks en Rancagua. Desconocidos contactaron al colegio de los menores, de 8 y 12 años, buscando retirarlos antes de la jornada escolar, pero el personal se negó cumpliendo el protocolo. Los sujetos amenazaron a los trabajadores del colegio y la situación quedó en manos del fiscal Fuentes. Los menores están bien, aunque no asistieron a clases, mientras que el OS-9 de Carabineros investiga el caso. En agosto se produjo el robo a Brinks en Rancagua, con un botín de $11,5 mil millones y 20 imputados en prisión preventiva.

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El fiscal regional de O’Higgins, Carlos Fuentes, indaga un intento de secuestro que afectó a los hijos de uno de los carabineros que participó en la detención de sospechosos del millonario robo a Brinks en Rancagua.

Según detalla Mega, se trató de un hecho ocurrido el pasado jueves a eso del mediodía, cuando desconocidos se contactaron por teléfono al colegio donde estudian dos hijos del funcionario policial.

La llamada buscaba autorizar el retiro de los menores antes del término de la jornada escolar. No obstante, el personal del colegio se negó a entregar a los alumnos, debido a que el protocolo establece que el trámite solo lo pueden realizar los padres o apoderados.

La negativa generó que los sujetos las emprendieran en contra de los trabajadores administrativos con insultos y amenazas, asegurándoles que iban a “sufrir las consecuencias”.

La investigación del intento de secuestro quedó en manos del fiscal Fuentes, quien también está a cargo de indagar el millonario robo a Brinks en Rancagua.

De acuerdo a Mega, ambos menores se encuentran en buen estado de salud, pese a lo cual no asistieron a clases durante esta jornada.

En tanto, personal del OS-9 de Carabineros se encuentra realizando diligencias para dar con los autores de la llamada.

Recordemos que en agosto pasado, un cinematográfico robo se registró en la sucursal de Brinks en Rancagua, obteniendo un botín de casi $11,5 mil millones. Hasta ahora, hay 20 imputados por esta causa, todos en prisión preventiva.