El Comité de Ministros para la Sustentabilidad y Cambio Climático dio un paso hacia una minería más responsable y sostenible tras la aprobación del Plan Sectorial de Cambio Climático de Minería (PSCC). Este documento estratégico busca transformar uno de los sectores más influyentes de la economía nacional, responsable del 12% del PIB y el 56% de las exportaciones del país.
El próximo paso será la oficialización del PSCC mediante un Decreto Supremo firmado por los ministerios correspondientes. Una vez enviado a la Contraloría General de la República (CGR) para su toma de razón, se publicará en el Diario Oficial. Paralelamente, se articularán los actores clave para planificar la implementación en 2025.
El plan destaca por promover la descarbonización de procesos productivos a través del uso de combustibles de bajas emisiones, hidrógeno verde y energías renovables. También se prioriza la reducción del consumo de agua continental mediante la desalinización y estrategias de reúso.
“La minería es crucial para construir un futuro más sostenible. Al liderar con acciones concretas, Chile demuestra que el sector minero puede ser parte de la solución al cambio climático”, afirmó la ministra de Minería, Aurora Williams.
La autoridad añadió que “el país refuerza su posición como líder en prácticas responsables, estableciendo un estándar internacional para una minería en armonía con el medio ambiente y las personas”.
Ejes estratégicos del PSCC
El Plan Sectorial de Cambio Climático de Minería se estructura en tres componentes principales: mitigación; adaptación y medidas transversales. Estas áreas abordan los desafíos climáticos con acciones concretas para mitigar, adaptarse y fortalecer la gobernanza del sector.
En mitigación, el plan prioriza la electrificación de operaciones mineras y el desarrollo de hidrógeno verde como recurso clave para reducir emisiones. Las medidas también incluyen incentivos económicos y regulatorios para incorporar energías renovables y combustibles de bajas emisiones.
La adaptación, por su parte, se enfoca en asegurar la continuidad de las operaciones frente a riesgos climáticos mediante la desalinización, el reúso de agua y soluciones basadas en la naturaleza. Estas estrategias protegen tanto la infraestructura como las comunidades locales.
Las medidas transversales fortalecen la capacidad institucional, integrando herramientas de monitoreo para la trazabilidad de huellas ambientales y promoviendo la economía circular en los proyectos mineros.
La implementación del plan requerirá una colaboración activa entre el gobierno, la industria y las comunidades. Este esfuerzo conjunto posiciona a Chile como un referente global en prácticas mineras responsables.