VER RESUMEN

Resumen automático generado con Inteligencia Artificial

La Dirección del Trabajo (DT) rechazó reconsiderar su dictamen sobre los trabajadores "sin jornada", limitando esta figura a gerentes y subgerentes, generando obligación de pago por horas extra. Esto ha incomodado al sector privado, que considera excesiva la intervención de la DT, mientras expertos ven en esta regulación un contrapeso a la flexibilización laboral y mayor transparencia en el ámbito laboral.

Desarrollado por BioBioChile

La Dirección del Trabajo (DT) rechazó reconsiderar el dictamen respecto a los trabajadores “sin jornada”, es decir, todos aquellos que no cuentan con una jornada laboral definida y que, por lo tanto, están exentos de marcaciones o registros de la misma.

Tras las negociaciones en torno a la Ley de las 40 horas y, con ello, la flexibilización de la jornada laboral de los trabajadores, se estipuló una mayor restricción de las condiciones para los trabajadores sin jornada laboral establecida.

En concreto, el inciso 2 del artículo 22 que regula esta figura laboral lo reduce a la primera línea de la administración de una empresa, como gerentes y subgerentes, y a quienes trabajen sin fiscalización superior inmediata según la naturaleza de las funciones.

Al reducir los casos en que se permite prescindir de jornada laboral, como bien señala la abogada laboral Pamela Martínez, quienes antes no estaban normados, hoy se les deberá pagar por las horas extra correspondientes.

La situación generó incomodidad el sector privado, quienes en febrero pasado, y en medio de la puesta en marcha de la nueva legislación, consideraron que la DT habría excedido de sus atribuciones.

Consideran insuficiente respuesta de la Dirección del Trabajo

José Pakomio, presidente de la Cámara Nacional de Comercio Servicios y Turismo de Chile, señaló que la respuesta de la Dirección del Trabajo es tardía e insuficiente.

Según expertos consultados por La Radio, la regulación de aquellos trabajadores sin jornada laboral establecida viene a presentar un contrapeso a la flexibilización de la jornada laboral, aportando también a una mayor transparencia.