El oficialismo y la oposición medirán sus fuerzas este domingo en la segunda vuelta de las elecciones a gobernadores, con la Región Metropolitana (RM) como la principal disputa.
En total, son 11 las regiones que participan en la segunda vuelta, luego de que en la primera, celebrada los pasados 26 y 27 de octubre, ninguno de los candidatos alcanzara el 40% de los votos, mínimo necesario para considerar a un vencedor sin necesidad de recurrir al balotaje.
Los comicios se celebran en un ambiente de fuerte crispación política que ha aumentado por la cuestionada gestión del Gobierno frente a la denuncia de violación y abuso sexual contra el exsubsecretario del Interior Manuel Monsalve, en prisión preventiva desde el martes.
Tanto la ministra de Interior, Carolina Tohá, como el presidente Gabriel Boric han recibido duras críticas, incluso desde su propio sector, por haber esperado dos días en cesar a Monsalve del cargo, y permitirle anunciar su salida desde el palacio de La Moneda.
RM, la gran batalla
El gran bastión de estas elecciones es la Región Metropolitana, donde en primera vuelta votaron más de 5 millones de personas. La batalla se libra entre dos abogados con el mismo apellido, pero con estilos y trayectorias políticas totalmente diferentes.
Por un lado, compite el independiente Claudio Orrego, actual gobernador y candidato del oficialismo. Por el otro, Francisco Orrego, representante de la oposición.
“Claudio Orrego tiene experiencia en materia de gestión, ha sido gobernador, alcalde y ministro, a diferencia de Francisco Orrego que proviene del ámbito de las comunicaciones y se posiciona desde su participación en un programa muy mediático”, dijo a la agencia EFE el académico de la Universidad de Chile Octavio Avendaño.
Uno de los temas de campaña más recurrentes de Francisco Orrego, militante de Renovación Nacional (RN), ha sido la seguridad -la mayor preocupación de los ciudadanos, según las encuestas-, y su insistente promesa de combatirla.
Mientras el candidato oficialista, exmilitante de la Democracia Cristiana (DC), busca “conectar con el electorado desde su experiencia”, Francisco Orrego se presenta “como un outsider que apela a la renovación de la política”, dijo a EFE Nerea Palma, politóloga de la Universidad Diego Portales.
Las encuestas vaticinan un recuento muy ajustado que, según Avendaño, se traducirá en un plebiscito al actual Gobierno.
Segunda vuelta: la disputa por Valparaíso
El oficialismo y la DC -que no forma parte del Ejecutivo pero ha sido su aliado en muchas votaciones en el Congreso-, gobiernan actualmente en 15 de las 16 regiones del país, con La Araucanía como única excepción.
“La derecha y la ultraderecha aumentarán su presencia en el sur, pero no lograrán el control completo”, declaró a EFE la académica de la Universidad de Concepción Jeanne Simon.
La coalición gubernamental resistió en las elecciones municipales del mes pasado. Aunque perdió dos de sus alcaldías más importantes (Santiago Centro y Ñuñoa), logró mantener los liderazgos en comunas de peso como Maipú y Recoleta, en la RM; Viña del Mar y Valparaíso, donde ganó por primera vez una mujer y ahora se enfrentan en la región homónima dos potentes candidatos.
El actual gobernador, Rodrigo Mundaca, un independiente de izquierda que se dio a conocer como activista por el derecho al acceso al agua, busca la reelección y superar a la exdiputada María José Hoffmann, uno de los rostros fuertes de la Unión Demócrata Independiente (UDI), partido del que fue secretaria general hasta antes de asumir su candidatura.
“Superposición de roles y funciones”
La figura del gobernador, implementada en 2021 tras un proceso de descentralización aprobado durante el segundo mandato de la presidenta Michelle Bachelet (2014-2018), ha tensado las relaciones entre los gobiernos regionales electos y los delegados presidenciales impuestos por el Ejecutivo.
Los expertos consultados coincidieron en “la superposición de funciones y roles” entre ambos cargos y destacan que existe “más competencia que colaboración” entre ellos.
A diferencia de los delegados presidenciales, los gobernadores “no tienen facultades” en materia de seguridad, tema clave de esta elección, aunque sí mantienen “un rol relevante” de coordinación con otras autoridades, añadió Palma.
“Es necesario –concluyó Avendaño– resolver las funciones o derechamente eliminar la figura de los delegados presidenciales y dejar a los gobernadores a cargo del manejo de recursos, el desarrollo regional y las competencias de seguridad”.